El expresidente Ollanta Humala ratificó hoy que la incautación dispuesta a su vivienda fue una medida abusiva, arbitraria y un acto de venganza, y afirmó que en las decisiones judiciales en torno a su caso se mezcla la justicia procesal con “la justicia mediática”.
Criticó que el
juez Richard Concepción Carhuancho, quien ordenó ejecutar la medida de
incautación del inmueble en Surco, primero exprese que los jueces solo se expresan a través de sus sentencias, y luego se pasee “por todos los medios” para dar entrevistas.
“Entonces, a mí me preocupa que se esté mezclando el sistema de justicia procesal con la justicia mediática. Cuando vemos que un juez empieza a salir en todos los medios de comunicación, ya estamos hablando de otro tipo de justicia”, manifestó el líder nacionalista.
Por ello, reiteró que su defensa ha presentado
un recurso de recusación “contra los responsables” de las medidas arbitrarias dictadas en su contra, pues “la ley debe ser igual para todos”.
Humala Tasso incluso reafirmó que la
prisión preventiva que cumplió durante nueve meses también fue una medida abusiva, pues en todo momento él y
su esposa, Nadine Heredia, colaboraron con la justicia y afrontaron todas las investigaciones en el Perú
“Yo no me opongo a la investigación, sino al abuso (…). Por más abusivas que sean las medidas, hemos cumplido la ley”, expresó, en diálogo con RPP, al señalar que el abuso de la prisión preventiva, lejos de fortalecer el sistema de justicia, lo debilita.
Para Ollanta Humala, cuando se abusa de las medidas de prisión preventiva, estas se transforman en una condena anticipada y en un linchamiento propio de “un juicio mediático”, donde se evalúan sospechas, dichos o trascendidos, pero no pruebas.
El exmandatario agregó que los presuntos aportes a las campañas electorales o las sospechas del dinero recibido por el Partido Nacionalista Peruano no pueden ser criminalizados como si se tratara de un delito de lavado de activos.
Aseguró, además, que él es el primer expresidente que, en los últimos 30 años, decide quedarse en el Perú, tras cumplir su mandato en julio del año 2016.
Según confesó, si volviera a gobernar el Perú, corregiría algunos errores que hubo en su gestión, porque “ningún gobierno es perfecto”.
No obstante, afirmó que la línea estratégica de su gobierno (2001-2016) fue la correcta y tuvo importantes logros, sobre todo, en materia de policía social, y una prueba de ello -dijo- es que durante su mandato la lucha contra la pobreza no retrocedió en el país.
(FIN) MVF/CCR
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Publicado: 10/5/2018