La Autoridad Nacional del Servicio Civil (Servir) aplicó tres encuestas durante la etapa de emergencia nacional y una de las principales conclusiones es que el trabajo remoto es una modalidad que se afianza progresivamente en las entidades públicas a nivel nacional y regional, mientras que a nivel local se implementa de manera gradual.
Las encuestas se realizaron sucesivamente del 23 al 31 de marzo, del 23 al 30 de abril y del 3 al 10 de junio en 410, 413 y 456 entidades púbicas de los niveles nacional, regional y local, respectivamente.
Así, en marzo el trabajo remoto fue realizado por el 24 % de los servidores y en junio se elevó al 37 %.
En las entidades a nivel nacional, el trabajo remoto fue realizado en marzo por el 31 % de los servidores, en abril el porcentaje se elevó al 50 % y en mayo alcanzó el 49 %.
A nivel regional el trabajo remoto fue practicado por el 22 % en marzo, en abril el porcentaje se incrementó al 36 % y en mayo registró 31 %. A esto se agrega que el trabajo mixto (incluye el trabajo remoto) alcanzó el 10% en mayo, pese a que en marzo era el 0 %.
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A nivel local, no obstante, el trabajo remoto apenas fue de 13 % en marzo, 7% en abril y 8 % en mayo.
En este nivel, el trabajo presencial llegó al 52 % con tendencia creciente. Otro hallazgo de las encuestas es que el trabajo remoto se realiza de manera paritaria entre hombres y mujeres. Así, en abril el 41% por ciento de varones practicó trabajo remoto y ese porcentaje se mantuvo en mayo, y porcentajes similares en el caso de las mujeres.
El porcentaje de servidores públicos que pertenecen a grupos de riesgo en abril y mayo fue de 18 % y 17 %, respectivamente.
Finalmente, el 52 % de las entidades encuestadas reportaron tener un plan de vigilancia, pero se verificaron notorias diferencias por nivel de gobierno.