Unos 300 mil peruanos padecen de un problema de salud mental llamado trastorno bipolar o maniaco depresivo que los hace oscilar entre la alegría y la tristeza de forma rápida y brusca, situación que puede llevarlos a algún tipo de adicción e incluso al suicidio.
Con motivo de celebrarse el Día Mundial del Trastorno Bipolar, Diana Pacheco, psicóloga del Grupo de Autoayuda en Anorexia y Bulimia (GABA), sostuvo que quienes sufren este trastorno mental experimentan periodos de manía (euforia) y de depresión.
“Durante la manía se sienten felices, animados, hiperactivos, con más energía, se irritan y agitan con facilidad, tienen también pensamientos apresurados, promiscuidad sexual, problemas para dormir, delirios de grandeza y dificultad para controlar sus impulsos”, describió
Explicó que durante el periodo de depresión se sienten tristes, menos activos, con dificultad para concentrarse, baja autoestima, problemas de memoria, y pensamientos sobre la muerte y el suicidio.
Los pacientes con bipolaridad presentan también problemas para relacionarse con las personas de su entorno social (colegio, universidad, trabajo etc.) y suelen tener historias de relaciones interpersonales tempestuosas.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el mundo hay casi 60 millones de personas con este trastorno que se produce por una alteración en las áreas del cerebro que regulan el estado de ánimo.
Se desconoce la causa exacta, sin embargo, se cree que tiene origen genético porque frecuentemente se da en personas con antecedentes familiares de bipolaridad.
La bipolaridad suele diagnosticarse entre los 15 y los 25 años de edad que es cuando se tienen más definidos sus síntomas o características, pero se ha observado que quienes presentan en la niñez déficit de atención son candidatos a tener en algún momento de sus vidas trastorno bipolar.
El trastorno bipolar requiere tratamiento para poder equilibrar las emociones y mejorar las relaciones interpersonales. De no tratarse puede llevar a presentar algún tipo de adicción a sustancias, trastornos de alimentación (anorexia y/o bulimia) o al suicidio.
La especialista destacó que “quienes tienen tratamiento temprano y seguimiento continuo tienen una vida plena y feliz como cualquier persona sana”.
A fin de detectar tempranamente este trastorno se recomienda a los padres observar si sus hijos adolescentes presentan cambios en el carácter, es decir, si explota con facilidad, si es impaciente, intolerante, impulsivo, agresivo, violento o tiene dificultad para comunicarse con los demás porque si esto es parte de su día a día debe ser evaluado a fin de recibir tratamiento temprano de ser necesario.
(FIN) NDP/LIT
Publicado: 27/3/2016