De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS), 62 millones de personas viven con diabetes en la región, de ellos más del 30 % no se encuentra diagnosticado y alrededor del 65 % no lleva un control adecuado de su enfermedad, pese a recibir algún tipo de medicación.
La doctora Olga Zhiganova, gerenta médica de Sanofi, explicó que esto se debe a la falta de recursos como glucómetros o alternativas de tratamiento, situaciones que complican el seguimiento y el manejo apropiado de esta patología. Según el Ministerio de Salud (Minsa), solo el 12 % de las personas que padece diabetes tiene un tratamiento con insulina.
La dificultad para adquirir este medicamento es un aspecto que preocupa a las autoridades del mundo. Por ello, la Organización Mundial de la Salud (OMS) este año creó el Pacto Mundial contra la Diabetes (PMD), cuya prioridad es aumentar el acceso para el manejo de la diabetes.
La insulina en el control de la diabetes
La diabetes tipo 2 se genera cuando la producción de la insulina, hormona encargada de regular la glucosa, es insuficiente o el cuerpo no la usa adecuadamente, y requiere de apoyo adicional integral para regular los niveles de azúcar en la sangre.
“Una vez detectada la patología, los pacientes deben modificar su estilo de vida, recibir medicamentos antidiabéticos orales y seguir un control periódico. Luego de tres o seis meses se realizará una evaluación y, si no se alcanza el objetivo terapéutico, se pasará a un segundo tratamiento oral y hasta un tercero. Si estas últimas opciones no controlan la enfermedad, se optará por la insulina”, señaló la doctora Zhiganova.
La especialista dijo que en la actualidad existen muchos mitos alrededor del uso de la insulina por parte de la población, que generan desconfianza y rechazo de los pacientes frente a este tratamiento. A continuación, la experta desmiente las principales creencias sobre el tema:
1. Causa ceguera. La diabetes no tratada desencadena diversos padecimientos como la ceguera. Sin embargo, al contrario de lo que se cree, la insulina tiene la función de controlar las complicaciones relacionadas con la enfermedad.
2. Se prescribe en la fase final de la enfermedad. Cada tratamiento dependerá de las necesidades de cada paciente, pero, si la persona con diabetes lo requiere, cuanto antes se recurra a la insulina será mejor el control de la patología.
3. Genera dolor. Actualmente existen dispositivos de insulina con forma de lapicero y una aguja muy fina que son de fácil uso y no producen dolor; gracias a esta tecnología el paciente puede autoadministrarse la medicación.
4. Se indica únicamente a pacientes con diabetes tipo 1. Quienes padecen diabetes tipo 2 también pueden necesitar insulina para controlar la glucemia, ya que los medicamentos orales pueden carecer de eficacia en diferentes casos.
“Hoy en día existen tratamientos innovadores de insulina combinada con otros agentes inyectables en un solo dispositivo que ayudan al control de la glucosa en pacientes con diabetes tipo 2, sin provocar consecuencias como aumento de peso o disminución del riesgo de niveles bajos de azúcar en la sangre. Además, su indicación se realiza de acuerdo con las necesidades individuales de cada caso, y debe ir acompañado por un seguimiento por parte del especialista, una dieta balanceada y ejercicio regular”, finalizó la doctora Zhiganova.