La región Ica supo levantarse tras el devastador terremoto que padeció hace diez años, es un departamento pujante y que se moderniza gracias a su población luchadora, y en materia de prevención ante desastres es mucho más segura que en el pasado, sostuvo el gobernador regional Fernando Cillóniz.
“Ica es hoy muy pujante y se supo levantar tras el terremoto. Tardó la reconstrucción y, por supuesto, el recuerdo del dolor jamás lo vamos a olvidar porque fue una catástrofe que costó 600 vidas. Sin embargo, actualmente Ica es muy fuerte en agroindustria, minería, pesca, turismo, comercio”, manifestó en diálogo con la Agencia Andina.
Fernando Cillóniz destacó, por ejemplo, que Paracas se ha convertido en un balneario con gran potencial que convoca todos los años eventos tan importantes como la Conferencia Anual de Ejecutivos (Cade) y encuentros de autoridades; mientras que los centros comerciales modernos están por toda la región; y las provincias de Chincha, Pisco e Ica se han modernizado totalmente.
La autoridad regional consideró que esta transformación total de Ica y sus provincias que con el
violento sismo quedaron prácticamente reducidas a escombros, responde al espíritu luchador de su población, el compromiso de sus autoridades con su desarrollo integral, a la apuesta por la inversión pública y privada que hizo posible la mejora de la infraestructura, así como las lecciones aprendidas que llevaron a fortalecer la prevención frente a los desastres.
“En el caso de los templos reconstruidos, como la
iglesia de Pisco, lo están con una estructura muy sólida, las carreteras de acceso son mucho mejores, como la de doble vía que une Lima y Pisco; por su parte, el
puerto de Pisco se está modernizando con grúas modernas”, comentó.
Cillóniz reconoció que queda pendiente la reconstrucción de algunos predios emblemáticos como iglesias, el Palacio Municipal de Pisco, entre otros, pero coincidió con autoridades locales en que ello responde básicamente a problemas con la titulación de los predios y procesos muy burocráticos.
“Efectivamente, hay todavía templos religiosos en ruinas y algunos monumentos dañados. Pero no están reconstruidos porque no tienen los títulos de propiedad o estos no están lo suficientemente saneados”, anotó.
El gobernador regional de Ica subrayó que las lecciones aprendidas tras el terremoto ocurrido hace diez años ha llevado a mejorar la preparación de la población frente a los desastres, mediante la capacitación, participación en los simulacros y organización de la comunidad bajo el liderazgo de sus autoridades.
“Lo hemos vivido con
El Niño costero. La inundación de
La Tinguiña, que fue otro desastre, fue resuelta en dos días, a diferencia de lo ocurrido en 1998 cuando se necesitó 15 días para evacuar el agua empozada tras la inundación. Creo la defensa civil y la prevención han avanzado mucho y, aunque existen riesgos, Ica está mejor preparada que en el pasado”, remarcó Cillóniz.
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