La ministra del Ambiente, Fabiola Muñoz, informó hoy que el Ejecutivo fomentará en los mercados y supermercados la demanda de productos alternativos al plástico, como las bolsas de tela, canastas, táperes y bolsas de malla.
Durante un recorrido que efectuó en el mercado de abastos Rospigliosi, en Miraflores, como parte de las actividades por la Semana de la Educación Ambiental, Muñoz comentó que parte del trabajo de su portafolio es difundir las alternativas que existen frente al plástico.
"Como todo, al principio será más caro. Pero como vaya creciendo la demanda (de las bolsas de tela o canastas), irán bajando los precios”, manifestó la titular del Minam.
Recordó que
la Ley 30884 avala el cobro de las bolsas de plástico por parte de los mercados y supermercados. “La idea de la venta de bolsas en los supermercados es el cambio de cultura. Lleven la bolsa de tela; de lo contrario, tienen que pagar por su bolsa de plástico. Es una forma de desincentivar su uso. La meta es que en tres años ya no tengamos que usarlo,
ni siquiera pagando”.
La visita al mercado de abastos Rospigliosi tuvo como objetivo sensibilizar a la población y a los comerciantes para que reduzcan progresivamente el plástico de un solo uso, reemplazándolo con alternativas más sostenibles.
A la fecha, el Minam ha capacitado a más de 200 comerciantes de seis mercados de abastos de Lima Metropolitana a través de la iniciativa municipal “Mi mercado sostenible”, que busca enseñar a la ciudadanía cómo realizar compras diarias en el mercado consumiendo responsablemente y buscando no generar más residuos.
“Nosotros estamos tratando de que la gente vuelva a la bolsa de papel. La demanda de la bolsa de plástico es mayor y, por ello, la facilidad con la que la obtenemos también. Hoy en día los comerciantes de supermercados ya están cobrando por las bolsas de plástico, y la idea es que eso se pueda implementar en todos los lugares, en las bodegas, en las tiendas, en los mercados”, remarcó.
La ministra del Ambiente conversó con los comerciantes que ya usan productos alternativos, como una vendedora de frutas y la responsable de una juguería, quien ya no usa sorbetes.
“No hay esfuerzo pequeño. Una persona puede usar entre 15 y 20 bolsas cuando va al mercado (una para cada producto, frutas, verduras, arroz, carnes, etc). Entonces, cada persona puede estar generando una gran cantidad de plástico que se demora cientos de años en poderse degradar”.
Subrayó que está permitido el plástico cuando se necesita empacar alimentos al vacío, ya que no hay otra forma de hacerlo. "Lo que estamos combatiendo es el plástico de un solo uso. Si yo pago por algo que no voy a volver a utilizar, entonces esa compra no es muy útil".
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(FIN) LIQ/RRC