El ministro de Economía y Finanzas, Waldo Mendoza, señaló hoy que menos del 60% de las personas mayores de 65 años reciben pensiones en el país, y que el sistema previsional peruano es bastante complejo.
“El Perú tiene un sistema de pensiones complejo, un poco enredado con varios sistemas que no se juntan entre sí. Nuestro sistema de pensiones tiene los mismos problemas que adolecen casi todos los países del mundo, solo que nuestro caso es más complejo y más grave”, dijo.
“La cobertura es bajísima, menos de la tercera parte de la PEA aporta efectivamente y menos del 60% de los ancianos mayores de 65 años reciben pensiones, y los que reciben, reciben pensiones insuficientes”, agregó.
Durante su presentación en el Congreso ante la Comisión especial encargada de evaluar, diseñar y proponer el proyecto para la reforma integral del sistema previsional peruano, Waldo Mendoza indicó que actualmente las pensiones representan el 50% de lo que reciben las personas cuando trabajan.
“Al paso como estamos haciendo las políticas públicas, esa tasa de reemplazo podría bajar a 20%. Nuestro sistema público tiene problemas porque los fondos que se aportan no alcanzan para pagar las pensiones del jubilado, de tal manera que el Estado subvenciona estas pensiones, además hay que subvencionar las pensiones no contributivas”, sostuvo.
El ministro explicó que la idea es que durante los años laborales una persona genera ingresos por encima de su consumo, por lo tanto, tiene espacio para hacer un ahorro previsional, de tal manera que cuando uno se jubila recibe una pensión.
“Eso se aplica en el sistema público y privado. Este es un sistema ideal en el sentido que mi jubilación está totalmente financiada. Pero en el mundo lo que ha pasado es que la esperanza de vida se ha elevado, las personas viven mucho más, pero trabajan el mismo número de años, por lo tanto, el mismo ahorro ahora hay que repartirlo entre muchos más años, y evidentemente, ya no es posible que los jubilados mantengan un ritmo de consumo constante”, dijo.
“La jubilación viene del ahorro, que puede ser privado o de las cotizaciones que los trabajadores hacen al Estado. Al final, el consumo que pueden hacer los trabajadores jubilados que cotizan a la AFP depende de cuánto han aportado y qué tan rentables han sido, y en el caso de la ONP depende de los aportes de los trabajadores actuales y de las transferencias del Gobierno”, añadió.