Cerca del 80 por ciento de los pacientes diagnosticados por Covid-19 pierden por completo el sentido del olfato, y un porcentaje aún mayor (el 88 por ciento) sufre algún grado de alteración del gusto, según un estudio internacional.
Las conclusiones del estudio se han publicado en la revista European Archives of Oto-Rhino-Laryngology, y ha sido realizado por el grupo de Jóvenes Investigadores de la Federación Internacional de Sociedades de Otorrinolaringología (YO-IFOS), con el apoyo de la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL-CCC) y otras sociedades europeas.
En total han sido analizados 417 pacientes de un total de 12 hospitales de 4 países distintos (España, Bélgica, Francia e Italia). Entre las conclusiones destaca que un 79 por ciento de los pacientes analizados no presentaron síntomas como obstrucción nasal o rinorrea, síntomas comúnmente asociados a otras infecciones virales a nivel nasal.
Según ha explicado el doctor Carlos M. Chiesa, coordinador de YO-IFOS de la SEORL-CCC, los datos clínicos que llegaban del continente asiático destacaban como síntomas más prevalentes la fiebre, la tos, dificultad para respirar, secreciones espesas, dolores musculares o articulares, diarrea, dolor de cabeza, dolor de garganta o rinorrea.
Hasta ahora solo se habían descrito alteraciones del olfato asociadas a infección por otros virus, como el virus de Epstein-Barr, Parainfluenza, rinovirus o incluso otros virus de la familia de los coronavirus. Las hipótesis que podrían explicar por qué los pacientes del continente europeo con la enfermedad causada por este nuevo coronavirus han desarrollado síntomas o alteraciones sensoriales en el área de nariz y garganta son varias.
Entre éstas figuran la predisposición a la enfermedad de algunos individuos o las mutaciones genéticas sufridas por el virus descritas recientemente por investigadores italianos, ha subrayado el doctor Pablo Parente, coordinador del Grupo de Trabajo en COVID-19 y director de Relaciones Internacionales de la SEORL-CCC.
De momento, los resultados son preliminares y no permiten todavía conocer completamente el significado de este síntoma en la enfermedad o el porcentaje de pacientes que lograran recuperarse.
"Sin embargo, el seguimiento de los mismos nos ayudará a recoger una mayor cantidad de datos para ofrecer información correcta y contrastada a nuestros pacientes", ha indicado el doctor Christian Calvo.