Momentos gratos y de recogimiento vivieron miles de familias cusqueñas y turistas en la plaza de Armas de la ciudad de Cusco, durante las bendiciones que derramó el Señor de los Temblores, Patrón Jurado de esta ciudad, por el Lunes Santo.
La feligresía acudió masivamente al centro histórico de la ciudad y accedió, de acuerdo a un plan de contingencia en el perímetro de la plaza Mayor, a participar de las
homilías y homenajes que recibió la sagrada imagen del Señor de los Temblores después de dos años de pandemia.
La
granizada, lluvia y el frío de la noche no logró ahuyentar a los fieles del Señor de los Temblores, la concurrencia soportó los fenómenos para volver a casa fortalecidos en su fe y tradición. Los accesos y salidas, por calles establecidas fueron respetadas.
El fiscal de prevención del delito Eduardo Poblete Barberis, calculó que concurrieron alrededor de 200,000 personas. En las dos primeras bendiciones un promedio de 50,000, en la tercera la misma cantidad y en la última se superó los 90,000. Todos accedieron mostrando carnet de vacunación.
“La gente ha respetado, mantuvo un buen comportamiento, hubo mínimos incidentes, pero todo salió conforme se evaluó en las reuniones multisectoriales”, afirmó el magistrado, agregando que estas acciones servirán para las próximas actividades religiosas que se aproximan.
Mientras monseñores Israel Condorhuamán Estrada, Lizardo Estrada Herrera y Daniel Alarcón Urrutia, este último, arzobispo metropolitano de Cusco, ofrecieron plegarias en homilías basadas en la crisis que afronta el mundo, el país y Cusco, autoridades destacan que Cusco necesitaba de Dios.
El alcalde Víctor Boluarte Medina, conmovido por la bendición del Taytacha, no pudo contener el llanto, pues recordaba las desgracias que atravesó con un pasaje de la madre Teresa de Calcuta: “He perdido en un solo año a casi toda mi familia; pero más allá de estas pruebas, creo que lo que vale es mantener la fe”, dijo a esta Agencia sin dejar de lado los valores y principios.
Por su parte, el gobernador del Cusco, Jean Paul Benavente, felicitó a la ciudadanía por participar de forma ordenada a la bendición; no obstante, se encomendó al Taytacha a que todas las autoridades cusqueñas sean iluminadas para culminar el presente gobierno.
Desde el principio, hasta el final del acto no dejaron de sonar las sirenas de bomberos y de la policía, mucho menos de las Chayñas o músicos de cantos melancólicos en quechua, como los pututeros, todos ellos al igual que la ciudadanía cusqueña esperan que el 2023 se desarrolle la tradicional procesión y con las bendiciones del Taytacha.
Más en Andina:
(FIN) PHS/MAO
GRM
Publicado: 12/4/2022