La expectativa de cientos de jóvenes que conforman la Guardia del Papa crece a pocos minutos de la llegada del Sumo Pontífice de la Iglesia Católica a la sede de la Nunciatura Apostólica en el distrito de Jesús María, en Lima.
La Nunciatura Apostólica es la institución que representa a la Santa Sede (El Vaticano) en un país, en el caso del Perú está ubicado frente al Ministerio de Trabajo en la avenida Salaverry.
El Papa Francisco pernoctará en este recinto, durante las tres noches que comprende su visita al Perú.
Son casi 30,000 los jóvenes peruanos que conforman la Guardia del Papa, quienes estarán apoyando en las labores logísticas para las misas y el recorrido que realizará el Santo Padre en el país.
“Es un servicio que hacemos por nuestra fe, estamos participando dando nuestro tiempo para apoyar en la venida del Papa Francisco que viene para dar un mensaje no solo a los católicos sino al pueblo peruano en general”, dijo Julio Manuel Meza Bellido, voluntario de la parroquia Cristo Salvador de Surco.
Refirió que el catolicismo se vive intensamente en los jóvenes del Perú y prueba de ello es la entusiasta participación de ellos en la Guardia del Papa.
“Así como hay gente que pierde la fe y costumbres religiosas, también hay mucha juventud que cree y vive fervientemente su fe católica”, subrayó.
Por su parte, otro voluntario de la Guardia del Papa, Carlos Sabogal, señaló que los jóvenes que conforman este numeroso grupo, tendrán la labor más fuerte en la misa que se realizará en la base aérea Las Palmas en Lima este domingo.
“Habrá un millón 200,000 personas, tenemos que ver problemas de hidratación, apoyar en los primeros auxilios y en todas las comisiones”, dijo.
Sabogal recomendó a las personas que asistan a la misa que lleven una pequeña mochila con alimentos no perecibles, cuatro botellas de agua de ½ litro y que “descansen bien” antes de asistir a la hora indicada en las entradas que se repartieron previamente.
“Cada entrada tiene una hora de ingreso y para que haya orden, deben acudir en la hora señalada”, dijo.
Por su parte, Estefany del distrito de Villa El Salvador comentó que sus padres asistieron hace cerca de 30 años cuando el Papa Juan Pablo II celebró una misa en ese distrito, y ahora ella tiene la dicha de ser parte de la Guardia del Papa.
“Mis papás fueron a Villa El Salvador, y ellos me comentaron que amanecieron para poder escuchar la misa de Juan Pablo II”, recordó.
Los alrededores de la Nunciatura están enrejados y la seguridad se ha extremado, no obstante, la algarabía y entusiasmo del creciente número de jóvenes que llegan allí se deja sentir.
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(FIN) MDV/ART
JRA
Publicado: 18/1/2018