Esta iniciativa es liderada por la Asociación Binacional Oro Verde, que anunció el lanzamiento de esta iniciativa será el próximo 20 de setiembre, Sala de Convenciones Tendido Tres, en el marco del 58 aniversario de la creación del Parque Nacional Cutervo, el área protegida más antigua de Perú, establecida en 1961 por Ley N° 13694.
El árbol de la quina (Cinchona Officinalis) es muy valioso porque contiene en su corteza el alcaloide quinina, con propiedades antipiréticas, antipalúdicas y analgésicas, eficaz para el tratamiento del paludismo y la fiebre que esta enfermedad genera en el organismo humano.
Si bien esta especie forestal enfrenta la amenaza de la extinción, aún es posible ubicar ejemplares silvestres en la cuenca del río Marañón.
Proyecto piloto escolar
La iniciativa que busca recuperar al árbol de la quina se puso en marcha a partir de los excelentes resultados que ha tenido el proyecto piloto de generación de plantones de esta especie forestal, creado y dirigido por la comunidad educativa del colegio José Santos Chocano del centro poblado La Colca, localizado a 20 kilómetros de la ciudad de Cutervo.
La comunidad educativa en pleno, liderada por su directora Liliana Sánchez, ha logrado identificarse con la conservación de este árbol, símbolo de nuestro Escudo Nacional (junto a la vicuña y a la cornucopia) y representa al reino vegetal. Figura en el blasón patrio desde el 24 de febrero de 1824, colocado por mandato del libertador Simón Bolívar en gratitud a sus cualidades milagrosas como medicina ancestral y de gran importancia científica.
Actualmente, el mencionado centro educativo cuenta con unos 50 plantones de árbol de la quina y están registrados 180 ejemplares en la comunidad de La Colca. Ahora proyectan tener 300 unidades a fin de año, una parte de las cuales serán sembradas en áreas específicas y otras se entregarán a instituciones públicas y privadas que deseen sumarse al reto de revalorar el árbol de quina.
La experiencia del centro de estudios de La Colca ha logrado comprobar que el ecosistema de esa localidad cajamarquina (suelo, clima, altura y otros) es apto para la siembra del árbol de la quina. Ahora se espera que otros colegios del nororiente se sumen a esta iniciativa del colegio José Santos Chocano para lograr la recuperación de esta especie y su expansión a escala regional y nacional.
De acuerdo con uno de los relatos de las “Tradiciones Peruanas”, escritas por Ricardo Palma, fueron los jesuitas quienes difundieron el uso de la quinina obtenida del árbol de la quina luego de curar en Lima, en 1638, a Francisca Henríquez, condesa de Chinchón y segunda esposa del virrey del Perú, Luis Jerónimo de Cabrera y Bobadilla, cuarto conde de Chinchón.
Ella enfermó gravemente de lo que entonces se llamaba “terciana” o fiebres palúdicas. “Desde entonces, a lo largo de los siguientes años casi no hubo equipaje de explorador, conquistador o soldado que no llevara quinina”, escribió Ricardo Palma en su célebre obra literaria.
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