Gianna Velarde es la primera mujer peruana que correrá el Dakar en la categoría de motos, un gran reto que jamás se imaginó cuando a los 15 años se subió por primera vez a un vehículo motorizado y encontró en él las fuerzas para vencer al cáncer; desde entonces supera cualquier obstáculo que se le cruce.
"La moto a mí me dio mucha fuerza, libertad e independencia. Descubrir todas esas cosas en esa etapa es probable que te vuelva una mujer muy poderosa en algunos años", comentó Velarde.
"La moto era mi válvula de escape, mi medio para sentirme fuerte y, sobre todo, para sentir que yo también era ganadora", agregó.
Sobre las dos ruedas, Velarde pudo soportar mejor las 16 quimioterapias y 32 radioterapias que recibió para eliminar un cáncer de ganglios.
"De repente vi que yo también podía trepar los mismos cerros que los hombres. Con el casco puesto, nadie sabía que yo era mujer. Era uno más de la manada. Eso a mí me ayudó muchísimo", señaló.
Ahora, a sus 24 años, Gianna mantiene el carácter de "niña rebelde" y atrevida que la empujó a desobedecer a su madre y aprender a montar en moto con su padre, un punto de inflexión en su vida con las dunas del sur de Lima como escenario.
Sus padres intentaron persuadirla de no correr el Dakar 2019, pero ya desistieron en su objetivo y ahora son los primeros en apoyarla.
"El Dakar me ha unido muchísimo a mi familia. Para mí el Dakar es una oportunidad de enfrentarme a mis propios demonios e iniciar un nuevo capítulo en mi vida", indicó Velarde, quien está convencida de que una vez terminado el Dakar será una persona muy diferente a la de hoy en día debido a todas las experiencias que vivirá en esa competencia.
Estilo de vida
Gianna reconoce que para ella la moto es su "hobby", "un estilo de vida y una filosofía", así que su meta será completar la carrera y demostrar que si ella es capaz de lograrlo, otras también pueden.
Para hacer el reto más complicado, pero también más atractivo, Velarde tomará la salida del Dakar sin casi experiencia en "rallies", pero con la moral y tenacidad de trepar las dunas más altas.
"Nadie está preparado para correr un Dakar. Algunos aprendieron a navegar el mismo día de la partida. Hay mucha gente que se metió sin saber absolutamente nada, y yo he pensado que también lo puedo hacer", explicó.
Su primer "rally" lo corrió en setiembre, en el Desafío Inca, una de las pruebas de preparación para el Dakar, en la que pudo anticipar de primera mano la dureza de la prueba.
A pesar de los numerosos incidentes que pasó en esa carrera, mantuvo el tipo: "No me sentí mal físicamente ni tampoco incapaz. Navegué bien y las veces que me perdí, luego recuperé el rumbo. Obviando las fallas mecánicas, puedo hacer un buen papel en el Dakar", sentenció.
Otro obstáculo que debe superar es el "rechazo" que Gianna afirma haber sentido al competir con chicos que ni la alcanzarían si ella tuviera un poco más de fuerza para los tramos más duros. "A mí no me gusta que me ayuden porque sé que puedo hacerlo sola, y en otras partes soy más rápida que ellos", sostuvo.
Termine o no el Dakar 2019, Gianna Velarde prometió continuar con sus estudios de "marketing" estratégico y su labor de instructora de manejo de motos, con clases solidarias para niños de pocos recursos o con cáncer, a los que quiere transmitir su pasión y el sentimiento de empoderamiento que le brinda la moto.
(FIN) EFE/JSO
GRM
Publicado: 30/11/2018