La Cepal consideró que en un contexto internacional marcado por la incertidumbre y la volatilidad, las economías de América Latina y el Caribe crecerán 1.5% en promedio en el 2018, gracias a un repunte de la demanda interna, especialmente del consumo privado, y un leve aumento de la inversión.
Según el estudio el crecimiento promedio general de la región, cuya proyección disminuyó siete décimas con respecto a la última estimación entregada por el organismo en abril pasado, mantiene una tendencia positiva, si bien muestra signos de ralentización.
Al igual que en ocasiones anteriores, existe una gran heterogeneidad entre los distintos países y subregiones, ya que se espera que América del Sur crezca 1.2% en el 2018, mientras que América Central lo haría en 3.4% y el Caribe en 1.7%.
En relación a los países, República Dominicana y Panamá liderarán el crecimiento de la región, con aumentos del PBI de 5.4% y 5.2%, respectivamente, seguidos por Paraguay (4.4%), Bolivia (4.3%), Antigua y Barbuda (4.2%), y Chile y Honduras (ambos con 3.9%).
El documento agregó que este crecimiento regional se da en un escenario global complejo, caracterizado por conflictos comerciales entre Estados Unidos, China y otras naciones; riesgos geopolíticos crecientes; una caída en los flujos de capitales hacia los mercados emergentes en los últimos meses y un alza en los niveles de riesgo soberanos; depreciaciones de las monedas locales frente al dólar; y una expansión económica mundial que tiende a perder dinamismo.
El informe indicó que la recaudación tributaria de América Latina se mantiene estable en el 2018 en torno al 17.8% del PBI (frente al 17.9% anotado en el 2017), mientras que la inflación promedio se mantiene dentro de lo esperado (6.5% a junio frente al 5.3% en 2017, excluyendo a Venezuela).
En tanto, la tasa de desocupación urbana regional ha dejado de crecer y se mantendría en 9.2%, por debajo del 9.3% del año pasado, gracias a una mayor generación de empleo asalariado (1.4% en el primer trimestre de 2018, luego de anotar 0.3% en 2017).
En el ámbito fiscal, las medidas dirigidas a la consolidación fiscal en América Latina han dado lugar a una reducción esperada del déficit primario, que pasaría de un déficit medio del 0.8% del PIB en 2017 a uno del 0.5% del PBI en el 2018.
“Nuestra región sigue creciendo, aunque a menor ritmo de lo proyectado hace unos meses, a pesar de las turbulencias internacionales. Eso es positivo, pero nos insta a redoblar esfuerzos para generar una reactivación, sin caer en ajustes fiscales excesivos. Aquí la integración regional puede jugar un papel fundamental y hacia allá debemos apuntar”, dijo la secretaria ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena.