Este guerrero, que sirvió en el Valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem) del 2011 al 2013 y oriundo de la comunidad nativa awajún de Yutupis (Amazonas), nunca bajó la guardia y peleó hasta el final contra este mal.
César Rodríguez, médico emergenciólogo del hospital Dos de Mayo, cuenta que Maikol ingresó al nosocomio con dolor de garganta, tos seca, dolor de espalda y dificultad respiratoria. Sin embargo, en todo momento fue un buen paciente.
Comentó que él respetaba los procedimientos, colaboraba en todo, se mostraba optimista y asumió con entereza el reto de luchar contra el virus.
“Al cuarto día de permanecer en el servicio de emergencia y trauma shock presentó avances en su recuperación, pues ya respiraba en forma moderada. Los médicos lo asistíamos las 24 horas y cuando se fue se despidió de nosotros con los pulgares arriba", relata el especialista.
El optimismo de Maikol responde no solo a su juventud, sino a que tiene una familia que lo espera en Amazonas. Es hijo, el mayor de ocho hermanos, esposo, padre de una niña, y nunca imaginó que la gripe que lo aquejaba terminaría por agravarse hasta convertirse en una neumonía atípica.
"Él trabajaba como agente de seguridad y cuando le dio la gripe fue al hospital y ahí le diagnosticaron la enfermedad. Estaba triste, no tenía palabras, pero terminó quedándose internado del 18 al 30 de abril en el hospital. Dice que en todo momento pensaba en la familia", cuenta su primo Gilber, el único pariente que Maikol tiene en Lima.
A su salida del nosocomio, Maikol se comprometió a seguir descansando, alimentarse adecuadamente y asistir a su próxima cita médica programada para el 10 de mayo, porque lo único que desea, en estos momentos, es su total recuperación.
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