“Ahora me doy cuenta de lo insignificante que somos en este mundo sin ayuda del padre Dios. Mi nombre es Luis Angel y esta es mi historia” Con esta frase empieza el relato ganador del segundo concurso de historias que convocó a internos de los establecimientos penitenciarios del Perú, informó el Ministerio de Justicia.
Precisó que los 31 relatos elegidos en este concurso han sido publicados en el libro “Porque siempre hay esperanzas”, presentado ayer por el Ministerio de Justicia y la ONG Buckner Perú, como parte de la misión del Estado de
humanizar las cárceles.
En esta segunda edición del concurso participaron 500
relatos enviados por internos de 49 penales, de los cuales el jurado calificador seleccionó tres ganadores y un total de 31 finalistas que se publican en el libro.
A la hora de calificar, se tomó en cuenta las
historias de vida y, sobre todo, el cambio de conducta que experimentaron sus autores, alejados del delito.
El objetivo es que la población penal tenga un espacio donde compartir sus historias y además una oportunidad para advertir a la sociedad, en especial a los jóvenes, sobre las consecuencias que conlleva la comisión de un delito.
Asimismo, permite reforzar el trabajo de resocialización en los establecimientos penitenciarios.
El viceministro de Derechos Humanos y Acceso a la Justicia, Daniel Sánchez Velásquez, dijo que esta actividad es parte de la misión del sector de humanizar las cárceles y que va más allá de la tarea de gestionar la adecuada administración de los penales.
De igual modo, dijo que la publicación va en línea con el Plan Nacional de Derechos Humanos 2018 - 2021, que identifica entre los grupos de especial protección a las personas privadas de su libertad, quienes a pesar de estar cumpliendo condena por haber cometido delitos no dejan de ser seres humanos y muchas veces son también víctimas de su entorno.
Agregó que los relatos, en el fondo, son un llamado a la humanidad, a que se les vea como seres humanos, no solo al gobierno sino también a la sociedad. “Se puede haber perdido la libertad, pero no la capacidad de soñar”, refirió.
Por su parte, Claudia León, directora de Buckner Perú, destacó los beneficios del concurso que invita a los internos a reflexionar, compartir sus vivencias y a soñar, en el marco de su proceso de resocialización.
Precisó que esta segunda convocatoria planteó que los relatos incluyan reflexiones y consejos para evitar que otras personas pasen por esta situación.
El ganador del concurso, Luis Angel Urbina Dávalos, interno del penal de varones de Trujillo, quien presentó el relato “Hasta el fin de mis días”, aseguró que si es posible lograr un cambio de conducta a través de la cultura y anunció la próxima publicación de su primer libro con apoyo del
INPE y Buckner Perú. Anotó además que algún día le gustaría ganar el Premio Nobel de Literatura.
Carmen Campos Otero, interna del penal de mujeres de Iquitos, autora del relato que ocupó el tercer lugar, agradeció a las autoridades del Inpe por haber permitido su participación en el concurso, hecho que le permitió cambiar su conducta y sobre todo recuperar las alas que le permitirán volver a volar.
En el acto participaron además el presidente del Inpe, Carlos Romero; especialistas en temas de familia y un representante del Ministerio de Salud.
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(FIN) NDP/LIT
Publicado: 18/5/2019