Consumida desde tiempos ancestrales, la algarroba, fruto del árbol algarrobo que es oriundo del bosque seco costero peruano, es considerado un superalimento por sus notables atributos nutricionales. Se trata de un aliado clave contra la anemia y la desnutrición, las afecciones bronquiales y un energizante natural que también fortalece el sistema inmunológico, entre otras bondades para la salud.
La algarroba es una vaina de pulpa dulce y carnosa, que mide de 10 a 30 centímetros de largo, de 1 a 1.5 centímetros de ancho y de 5 a 9 milímetros de espesor. Es el fruto del algarrobo (Prosopis pallida), considerado un árbol multipropósito en comparación a otras especies forestales, gracias a la gran durabilidad de su madera.
El algarrobo fue aprovechado desde tiempos ancestrales y contribuyó al desarrollo económico y productivo de las civilizaciones prehispánicas que se desarrollaron, sobre todo, en la costa norte peruana.
Esta especie forestal crece, fundamentalmente, en los departamentos de Lambayeque, La Libertad y Piura, formando el ecosistema de bosque seco. Puede alcanzar una altura de 8 a 20 metros, y su copa tiene forma de sombrilla que alcanza diámetros de 15 metros en promedio. Tiene un abundante follaje que se mantiene siempre verde y algunas de sus ramas colgantes llegan al suelo.
Superalimento
De sabor dulce y con mucho valor nutricional, la algarroba es rica en vitaminas del complejo B (B1, B2, B3, B6, y B9), C y E, además de minerales como magnesio, hierro, calcio, zinc, yodo, selenio y potasio, así como ácidos grasos, fibra, glucosa, fructosa y sacarosa que aportan mucha energía.
Estos nutrientes equilibran el pH de la sangre y, al ser un alimento energético, también beneficia el excelente funcionamiento del sistema inmunológico para proteger al organismo y mitigar el impacto de diversas enfermedades, entre ellas el covid-19.
De la algarroba se puede obtener harina y
algarrobina, una miel que constituye un
energizante natural de alto contenido de proteico y de gran demanda para
combatir con éxito la anemia y la desnutrición, así como para mejorar la alimentación de gestantes, niños y adultos mayores.
Este alimento debe ser consumido especialmente durante el periodo de embarazo y lactancia, así como para quienes realizan deporte y exigencias mentales de manera frecuente. El algarrobo puede sustituir al cacao para brindar energía, gracias a su delicioso sabor, y para mejorar el estado de ánimo.
La infusión a partir de las hojas del árbol y de la vaina constituyen un gran diurético y sirve como tratamiento de problemas gastrointestinales al ser un gran antidiarreico y evitar, como consecuencia de ello, la pérdida de sales minerales. Asimismo, es un excelente aliado contra las afecciones bronquiales.
Día de la Algarrobina
Hoy, martes 15 de marzo, se conmemora el Día de la Algarrobina, jarabe obtenido de los frutos maduros de la algarroba. Este producto es, junto con el pisco, insumo principal del cóctel de algarrobina, uno de los más emblemáticos del Perú. La fecha fue instituida por la Municipalidad Provincial de Piura en homenaje a este jarabe que forma parte de su identidad cultural.
Cóctel de algarrobina y sus orígenes
El cóctel de algarrobina es, junto con el
pisco sour, uno de los más tradicionales y exquisitos aperitivos del Perú. Sus orígenes, según relatos históricos, se remontan a fines del siglo XVII.
Según esas referencias, religiosos españoles asentados en pueblos del este de la ciudad de Chiclayo, en la región Lambayeque, preparaban una bebida resultante de la combinación de vino, yemas de huevo y azúcar que tenía un cautivante sabor.
A inicios del siglo XX, la receta de los misioneros hispanos experimentó un cambio notable al reemplazarse el vino por aguardiente y ron, sobre todo en distritos como
Pomalca y
Cayaltí, grandes zonas productoras de caña de azúcar. A ello se sumó la
algarrobina, por tener una consistencia más densa y conferirle un dulzor especial e inconfundible.
Años después, con la expansión del consumo de
pisco, destilado de uva en Perú, principalmente en las regiones de la costa, se produjo el reemplazo del aguardiente y del ron por el licor que se convirtió en
bebida de bandera nacional. La primera referencia del
cóctel de algarrobina tal como lo conocemos actualmente se encuentra en el
Manual del cocinero peruano, publicado en 1958.
(FIN) LZD/MAO