A medida que las poblaciones humanas crecen, la pérdida del hábitat se convierte en una amenaza cada vez mayor para numerosas especies animales, incluidos los grandes felinos como los tigres y los jaguares. Para abordar este problema, la NASA ha puesto en marcha un esfuerzo para utilizar la tecnología satelital y ayudar a proteger a estas criaturas vulnerables.
Los esfuerzos de conservación ecologista se enfocan en rastrear y proteger los hábitats amenazados de los jaguares y otros grandes felinos utilizando tecnología espacial y los satélites de la NASA desempeñan un papel crucial en el levantamiento cartográfico del hábitat de la vida silvestre, lo que permite a los científicos monitorear áreas que serían logísticamente desafiantes de estudiar desde el suelo. Tigres, jaguares y elefantes son solo algunas de las especies vulnerables cuyos hábitats la NASA está ayudando a rastrear desde el espacio.
Mientras que los tigres han perdido una gran parte de su área de distribución histórica, con una disminución del 11% en su hábitat conocido desde 2001, los jaguares también enfrentan una situación crítica. En el último siglo, los jaguares han perdido alrededor del 50% de su área de distribución.
Esta pérdida se ha agravado por la deforestación y la caza furtiva, por lo que los jaguares salvajes suman entre 64.000 y 173.000 ejemplares, por eso la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) los ha clasificado como casi amenazados.
En el Gran Chaco, el segundo bosque más grande de América del Sur, los jaguares y otros animales importantes enfrentan una amenaza particular. La deforestación ha reducido drásticamente su hábitat, pero gracias a los datos recopilados por los satélites de la NASA, los investigadores pueden identificar áreas prioritarias para la conservación de estos felinos.
Utilizando tecnología satelital y datos sobre el uso de la tierra y la infraestructura, los investigadores financiados por la NASA han cartografiado áreas de conservación prioritarias para los jaguares. Alrededor del 36% de estas áreas en el Chaco argentino son actualmente zonas de “baja protección”, donde la deforestación está permitida.
“Los gestores y conservacionistas podrían utilizar la nueva información espacial para ver los lugares donde la zonificación forestal actual está protegiendo a los animales clave y dónde puede necesitar una reevaluación”, explicó Sebastian Martinuzzi, autor principal del estudio y profesor de la Universidad de Wisconsin en Madison.
El uso de datos satelitales proporcionados por la NASA no solo ayuda a rastrear los hábitats de los jaguares, sino que también permite a los conservacionistas identificar áreas que podrían ser restauradas para crear nuevos hábitats adecuados para estos grandes felinos. Este enfoque innovador ofrece la esperanza de que, con una gestión adecuada y un esfuerzo concertado, se pueda garantizar un futuro más seguro para los jaguares y otras especies en peligro.