El Ministerio de Educación reconoció oficialmente el alfabeto de la lengua originaria nahua, que consta de 18 grafías, de las cuales 4 son vocales y 14 son consonantes, con el fin de garantizar el derecho de las poblaciones con lenguas originarias a una educación bilingüe acorde con su cultura y lengua, según dispone una Resolución Ministerial publicada hoy en el Diario Oficial El Peruano.
La norma establece que este reconocimiento se otorga de conformidad con el artículo 30 del Reglamento de la Ley General de Educación, aprobado por Decreto Supremo N° 011-2012-ED, para contribuir a la preservación de las lenguas originarias mediante la transmisión escrita de los saberes, tradiciones, conocimientos y cosmovisión de las comunidades ancestrales del Perú.
Según la
Base de Datos de Pueblos Indígenas u Originarios del Ministerio de Cultura, la primera evidencia etnográfica que se tiene sobre los isconawa data de fines del siglo XVIII a través del relato de un misionero franciscano en su viaje a la misión Sarayacu, quien menciona a los “remos”, que
habitaban la margen derecha del río Ucayali y sus tributarios. Los remos serían los antecesores de los isconawa y uno de los primeros grupos que habrían sido absorbidos por los shipibo-konibo.
Durante el siglo XIX, numerosas expediciones por el río Ucayali hasta la misión de Sarayacu, mencionan a indígenas remo, los cuales se encuentran enfrentados con los konibo. En 1862, padres franciscanos lograron contactarse con un grupo reducido de indígenas remo que habitaban por la quebrada Piyuya, denominándolos Hiscis-Báquebu, y reuniéndolos en una zona denominada Schumaná. Sin embargo, este grupo huyó rápidamente al interior del Piyuya a causa de un ataque de un grupo konibo.
A fines de la década 1950, misioneros ingresaron en el territorio ocupado por isconawas que vivían en situación de aislamiento e influyeron en la decisión de un grupo de familias de trasladarse a comunidades nativas del pueblo shipibo-konibo. Se sabe, por ejemplo, que a la comunidad de Callería llegaron alrededor de 5 familias isconawa, con un total de 26 personas entre niños, adultos y adultos mayores.
En el año 1993, la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (Aidesep) presentó ante la Dirección Regional Agraria de Ucayali la “propuesta de demarcación territorial de grupos indígenas no contactados, entre ellos el de los isconawa”. Según el expediente técnico de la propuesta, los isconawa son un grupo indígena migrante que anualmente hacen su aparición en las cabeceras de los ríos Abujao, Utiquinia y Callería.
En 1998, se establece la Reserva Territorial Isconawa, mediante RDR N° 00201-98- CTARU/DRA, ubicada en el distrito de Callería, provincia de Coronel Portillo, departamento de Ucayali, en la zona de frontera con Brasil; su extensión de 275,665 hectáreas, abarca las cabeceras de los ríos Abujao, Utuquinía y Callería.
Según el expediente técnico para el establecimiento de la Reserva Territorial Isconawa, la población isconawa en el ámbito de dicha reserva se estimaba en 240 personas agrupadas en 16 familias (Aidesep 1995).
De acuerdo con la Dirección de Pueblos Indígenas en Situación de Aislamiento y en Contacto Inicial, los isconawa que viven en el ámbito de esta reserva se encuentran principalmente en las cabeceras, ríos y afluentes del río Abujao, Piyuya Bushaya, Utuquinía y Callería, incluyendo parte de la zona fronteriza Perú-Brasil.
Los isconawa en situación de aislamiento y contacto inicial migran estacionalmente para buscar nuevos recursos para su subsistencia. De acuerdo con Matorela (2004), los isconawa han tenido la costumbre de habitar estacionalmente en casas grandes, sobre todo en la época de lluvia. Según esta autora, durante la época seca las familias isconawa se trasladan hacia las playas de ríos y quebradas en busca de huevos de taricaya (tortuga de la amazonía).
En relación a las actividades productivas, los isconawa realizan actividades de subsistencia, en pequeña escala y solo para la subsistencia de los grupos familiares. Una actividad tradicional importante es la caza, actividad exclusivamente masculina que se realiza todo el año, pero de manera más intensa durante la época de crecida de los ríos.
La pesca también es una actividad exclusivamente masculina y se realiza de manera colectiva; mientras que la agricultura y la recolección son consideradas actividades de las mujeres.
Las actividades productivas propias del pueblo se aprenden de padres a hijos. Así, los niños desde muy temprana edad se inician en el largo proceso de aprendizaje acompañando a sus padres y a los mayores en las labores de caza, pesca, agricultura o recolección hasta el momento en que el joven llegue a la ceremonia de iniciación y demuestre que está preparado para la vida adulta (Aidesep 1995).
La aplicación de la pintura corporal es una práctica extendida en los isconawa, para lo cual se utiliza el huito (rojo) y el achiote (verde azulado o verde claro) para pintarse el rostro y parte del cuerpo. Esto se hace, sobre todo, en ceremonias de iniciación, matrimonio, muerte o cuando salen caza y pesca colectiva (Aidesep 1995).
Además de los dos procesos a nivel nacional, el pueblo isconawa viene participando del proceso de consulta previa sobre la propuesta de categorización de la Zona Reservada Sierra del Divisor como Parque Nacional, precisó el Ministerio de Cultura.
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