El sistema bancario peruano presenta fortalezas importantes, entre ellas destacan sus adecuados niveles de liquidez, su solvencia y un alto nivel de aprovisionamiento, indicó hoy la Asociación de Bancos del Perú (Asbanc).
“Este último factor tiene particular relevancia, pues tiene que ver directamente con la gestión del riesgo de atrasos en los pagos de los créditos”, subrayó el gremio bancario.
Así, las provisiones representan reservas de utilidad, para hacer frente a eventuales pérdidas por deterioro de la cartera crediticia.
“Entonces, cuando un crédito empieza a presentar problemas, los bancos actualizan el valor que esperan recuperar por el mismo, depreciándolo, y esa depreciación es descontada de su utilidad”, explicó Asbanc.
El nivel de provisiones para créditos directos reportado por la banca privada a junio último fue de 12,617 millones de soles, lo que implicó que el ratio provisiones/cartera atrasada se ubique en 149% en el mes de análisis.
"Es decir, la banca cuenta con provisiones suficientes para cubrir toda la cartera con atraso e incluso un 49% adicional. Si se consideran tanto los créditos directos como indirectos, a junio de 2019, las entidades bancarias registraron provisiones constituidas por 13,314 millones de soles; mientras que las provisiones que requiere la regulación actual fueron de sólo 11,151 millones de soles", precisó Asbanc.
De este modo, indicó que la banca cuenta con un exceso de provisiones de 2,163 millones de soles, cifra que representa el 19% de lo requerido por la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS).
A nivel de tipos de crédito, señaló que se observa que la banca mayorista posee el mayor exceso de provisiones (1,380 millones de soles), seguido por la cartera Mype (363 millones de soles), consumo (271 millones de soles) e hipotecaria (148 millones de soles).
La solvencia de un banco está referida a un adecuado nivel de capital para hacer frente a eventuales pérdidas.
Normatividad
De otro lado, Asbanc, indicó que actualmente las empresas del sistema financiero se rigen por la norma N° 11356 de la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP para el cálculo de las provisiones por créditos.
En esta norma se definen dos tipos de provisiones: Genéricas y Específicas.
Las primeras se aplican para créditos de deudores en categoría de riesgo normal; mientras que las provisiones específicas se constituyen sobre los créditos de deudores con categorías de mayor riesgo, es decir, que tienen evidencia de atraso en sus pagos.
Estas categorías son: con problemas potenciales (C.P.P.), deficiente, dudoso y pérdida.
Para la determinación de las provisiones bajo la norma mencionada, en general, se plantea que las empresas del sistema financiero apliquen ponderadores determinados según la categoría del deudor y las garantías del crédito.
Por ejemplo, si un deudor está en la categoría normal y el crédito que maneja es para microempresa, se aplicará una provisión genérica por 1%.
“Pero si el deudor se encuentra en la categoría de pérdida, los ponderadores o tasas mínimas estarán en un rango de entre 30% y 100%, en función al tipo de garantía que presente el cliente.
Sin embargo, a raíz de la crisis financiera del 2008, los reguladores e instituciones internacionales desarrollaron nuevas metodologías de cálculo para la provisión del riesgo de crédito, con la finalidad de internalizar los eventos probables de default que impacten en las entidades financieras.
Normas internacionales
También refirió que estos lineamientos se han plasmado en normativas internacionales como la NIIF 9.
"Bajo esta norma se busca que las instituciones financieras calculen la provisión en función a la pérdida esperada; ya que, anteriormente, la provisión se enfocaba en la pérdida incurrida", indicó Asbanc.
Refirió que la SBS actualmente trabaja para acoplar la metodología de la Pérdida Esperada al cálculo de las provisiones con el objetivo de elevar la regulación a estándares internacionales.
El gremio bancario, destacó que en el Perú existen entidades bancarias que pertenecen a grupos financieros internacionales que ya desarrollaron la metodología de pérdida esperada, dado que la normativa internacional exige la adecuación a la NIIF 9 para entidades que participan en los mercados de valores internacionales.
“Esta proactividad resulta saludable, y refleja un aspecto positivo de la presencia en el país de bancos con matrices que operan en mercados globales, los que fueron duramente castigados por la última crisis, y que a raíz de ello han ajustado sus normas para controlar más adecuadamente los riesgos financieros de cara al futuro”, puntualizó Asbanc.
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(FIN) MDV
JRA
Publicado: 20/8/2019