Por primera vez se realizó el registro en cámara de un ocelote, conocido también como tigrillo, en el Santuario Histórico de Machu Picchu, convirtiéndose así en el segundo lugar de mayor altitud en el que se encuentra esta especie de felino silvestre en el Perú.
El ocelote (Leopardus pardalis) se encuentra ampliamente distribuido en América, principalmente en ambientes tropicales. Esta especie se caracteriza porque cada individuo tiene un patrón de manchas únicas que no se repite.
El registro se realizó como parte del estudio desarrollado por el investigador Daniel Cossios con apoyo del Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp), organismo adscrito al Ministerio del Ambiente, y la Biosfera Consultores Ambientales SAC.
Como parte de la investigación, se instalaron 10 cámaras trampa en la zona conocida como Wiñay Wayna, en un rango de altitud entre los 2,560 hasta los 3,260 metros sobre el nivel del mar; acción que fue realizada con el apoyo del ex guardaparque Willyam Yucra del Santuario.
La investigación tuvo como objetivo establecer una lista de mamíferos medianos y grandes de la zona de yungas, una de las ecorregiones con mayor diversidad de especies y con más endemismos de mamíferos en el país.
El estudio se realizó entre junio de 2018 y enero de 2019, logrando 468 registros independientes de 11 especies silvestres, entre los que se obtuvo el primer avistamiento del ocelote para el Santuario.
El lugar de mayor altitud en el que se ha identificado esta especie en nuestro país es a 3,379 metros sobre el nivel del mar, en Pagaibamba, ubicado en la región Cajamarca.
Durante la investigación también se evidenció la presencia de un gran número de individuos de venado enano o tankataruka (34% de los registros); además de otras especies como el añuje, la zarigüeya andina y el coatí andino.
Se estima que en la ecorregión de Yungas, distribuida a lo largo de los Andes, se registra el 21.4% de las especies de mamíferos amenazados del país.
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