El 42,7% de mujeres unidas o alguna vez unidas señalaron haber sufrido tratos inadecuados durante el periodo de enamoramiento, según señalan los estudios epidemiológicos del Instituto Nacional de Salud Mental realizado en Lima Metropolitana.
El informe señala asimismo que el 36% de mujeres que sufrieron violencia no denuncio porque pensaba que su pareja iba a cambiar y cuatro de cada 10 dice que reiniciaría relaciones con su agresor si tuviera la posibilidad de volver el tiempo atrás.
Al respecto, Humberto Castillo, director general de dicha institución, señaló que las mujeres maltratadas que vuelven a la escena del maltrato, saben que es absurdo seguir, pero no son capaces de poner límites por miedo al abandono, poder y sentimientos de culpa.
Sostuvo que el hombre que agrede a la mujer es un hombre inseguro que tiene miedo y se siente amenazado, por lo que activa su cólera que luego se trasforma en acto de violencia.
Advirtió que cuando hay condiciones de abandono o maltrato en la infancia sumándose el sentimiento de miedo, angustia y sentimiento de culpa retenidas y la baja autoestima, las personas se tornan inseguras y progresivamente van llegando a una situación de violencia.
“Los padres que ejercen poder y dominio (sobreprotección y control excesivo) sobre sus hijos, generan inseguridad y dependencia en ellos. Cuando se vuelvan adultos buscarán a alguien que parece protector al principio pero termina siendo abusador”, subrayó.
Señales de alerta para identificar al agresor
Castillo señaló que en una relación de pareja el agresor inconscientemente utiliza estrategias para someter y dominar a su víctima. En ese sentido dio a conocer las señales de alerta de violencia para cuidar la salud mental y la vida.
Alerta verde. Aquí el agresor busca reducir la autonomía. Se muestra sobreprotector, adulador, galante excesivo. La afectada se siente excesivamente halagada, asediada, con incomodidad para relacionarse con sus amigos y familiares, ansiosa cuando se trata de hacer planes personales.
Se puede PREVENIR defendiendo la autonomía, diversificando las actividades y no focalizando la atención solo a la relación de pareja.
Alerta amarilla. El agresor busca disminuir. Se muestra controlador, se enoja con frecuencia, descalifica o crítica, reclama, hace pedidos explícitos para que la persona cambie su forma de ser.
“Porqué te demoras, a dónde te has ido, con quién has estado, esa ropa no te queda”. Se puede DETECTAR y la persona debe confrontar, negociar, buscar aliados, informarse y buscar ayuda.
Alerta roja. Es la fase que busca el dominio. El agresor amenaza con alejarse o con no cumplir sus responsabilidades, da el sometimiento a su poder y se produce la agresión como el insulto, golpes, agresión sexual.
Se puede DETENER si buscas ayuda profesional, denuncias y lo dejas. Si no se disculpará, pero seguirá maltratando.
(FIN) NDP/LIT
Publicado: 14/8/2016