La Reserva Ecológica Chaparrí, ubicada en la región Lambayeque, se ha posicionado en los últimos años como un importante destino para el turismo de observación de aves y para los amantes de la naturaleza que quieren iniciarse en esta experiencia.
La nueva realidad pospandemia de covid-19 ha obligado a redefinir a los turistas los destinos de sus próximos viajes. Ahora el viajero busca atractivos de naturaleza, donde no hay aglomeraciones, y donde pueda experimentar el turismo vivencial. En ese sentido Chaparrí se convierte en una opción ideal.
¿Qué hace especial a
Chaparrí para ser un destino ideal para la observación de aves? En la Reserva Ecológica y en las zonas de amortiguamiento se han registrado alrededor de 290 especies, algunas de ellas endémicas del bosque seco como el pitajo de Tumbes, la urraca de cola blanca, Pecho Luna Elegante y colibrí de Tumbes, gorrión de Tumbes, entre otros.
“A Chaparrí llegan viajeros procedentes principalmente de Lima, llegan en sus vehículos y se quedan dos o tres días a disfrutar de la naturaleza y luego siguen su camino a Piura, otros bajan a Trujillo, de regreso a Lima”, explica.
Heinz Plenge destaca que en Perú se ha generado una moda de viajes fotográficos. “Se junta un grupo de amigos y viajan en busca de lugares para fotografiar aves o escenarios naturales. Van en grupos de 8 o 10 personas para mayor seguridad”, apuntpo.
A esta moda contribuyen los concursos “Bird Days” que se realizan a nivel mundial y en el que puede participar cualquier persona. “Estos concursos retan a fotografiar aves y todo el mundo sale a “pajarear” y eso genera competencia y mayor interés”, agregó.
El conservacionista reveló que en Chaparrí existe un lugar donde se bañan los colibrís. “Es un lugar poco conocido donde en días calurosos los colibrís llegan para bañarse y limpiar sus plumas. Es todo un espectáculo. Hay un momento donde están más de 30 colibrís que se turnan para bañarse”, subrayó.
Si bien el 2013 y 2014 fueron los mejores para esta zona ecológica y, luego de pasar años difíciles a causa de las lluvias intensas provocadas por el Fenómeno El Niño y el cierre de la Reserva en marzo del 2020 por las medidas decretadas por el Gobierno para enfrentar la pandemia de covid-19, ahora ve con optimismo el futuro.
Desde su reapertura a los visitantes, en noviembre del año pasado, Chaparrí recibe un creciente número de turistas. “Hace unos días llegaron a Chaparrí cuatro birdwatcher extranjeros (observadores de aves) clásicos (se denomina así al aficionado a esta actividad que tiene más de 60 años de origen europeo o norteamericano) que venían procedentes de Ecuador”, cuenta el fotógrafo y conservacionista Heinz Plenge Pardo.
“Están llegando (a Chaparrí), poca gente todavía, pero están regresando”, agrega Pengle quien recuerda que desde hace algunos años Chaparrí es promocionado como un destino ideal para los aficionados a la observación de aves y en los últimos años más turistas nacionales se han interesado en esta actividad.
Sostuvo que por ese motivo en Chaparrí y en otras zonas del país, como Moyobamba y Tarapoto, en San Martín, pobladores de comunidades locales se han capacitado y se han convertido ahora en guías especializados “muy buenos” que conocen a las aves, no solo saben sus nombres locales, sino conocen sus nombres científicos y en inglés. Algunos de ellos incluso han sido contratados como guías en otros lugares del país.
La ventaja de Chaparrí, con respecto a importantes zonas como Tambopata o el Manu, es que el visitante puede encontrar en este lugar con mucha facilidad y comodidad una diversidad de aves, el turista puede descansar en un hospedaje en la zona; y, además, la Reserva se ubica cerca de la ciudad de Chiclayo (a dos horas en auto).
Como vemos Chaparrí es un paraíso terrenal donde podrá disfrutar de la naturaleza y gozar de los espectáculos que ofrecen las aves y saborear la deliciosa comida local.
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(FIN) MAO
Publicado: 7/10/2021