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Amazonas: investigación identifica corredores ecológicos para conservar al oso andino

Trabajo liderado por científico Alexander Cotrina permite interconectar áreas de conservación en región Amazonas

Una investigación pionera que permitió identificar 13 corredores ecológicos que conectan territorios rurales de áreas de conservación privada que contribuyen a la preservación del oso andino u oso de anteojos en la región Amazonas, desarrolló la Universidad Nacional Toribio Rodríguez de Mendoza.

Una investigación pionera que permitió identificar 13 corredores ecológicos que conectan territorios rurales de áreas de conservación privada que contribuyen a la preservación del oso andino u oso de anteojos en la región Amazonas, desarrolló la Universidad Nacional Toribio Rodríguez de Mendoza.

12:29 | Lima, may. 25.

Por Luis Zuta Dávila

Una investigación pionera que permitió identificar 13 corredores ecológicos que conectan territorios rurales de áreas de conservación privada que contribuyen a la preservación del oso andino u oso de anteojos en la región Amazonas, desarrolló la Universidad Nacional Toribio Rodríguez de Mendoza (UNTRM), a través del proyecto “Biodiversidad”, ejecutado por su Instituto de Investigación para el Desarrollo Sustentable de Ceja de Selva (INDES-CES).

“Esta investigación constituye una herramienta de gestión para las prácticas de conservación del oso de anteojos u oso andino en esta parte del territorio peruano”, destacó el docente investigador de la UNTRM, Alexander Cotrina Sánchez, quien lideró este estudio científico en coordinación con investigadores de Colombia, Chile, Reino Unido e Italia.


En diálogo con la Agencia de Noticias Andina, el investigador Alexander Cotrina Sánchez sostuvo que el punto de partida de esta investigación fue analizar los cambios de uso de la tierra en el territorio de las comunidades campesinas de la región Amazonas durante los últimos 30 años (1990-2020). Y a continuación, identificar corredores ecológicos de bajo costo que conecten las áreas de conservación dentro de esos territorios rurales.

Oso de anteojos, especie vulnerable


El oso de anteojos u oso andino (Tremarctos ornatus) es la única especie de oso nativa de América del Sur, siendo única en su género, y está catalogada como vulnerable de acuerdo con la lista roja de las especies de fauna silvestre de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). 


Cotrina Sánchez sostuvo que un hábitat crítico de conservación del oso andino se encuentra en los territorios rurales de la Amazonía peruana, donde los cambios antropogénicos o generados por el ser humano en el uso de la tierra y la fragmentación del paisaje amenazan los hábitats de este plantígrado.


Amazonas, líder en áreas de conservación privada


Según el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp), el departamento de Amazonas cuenta con el mayor número de Áreas de Conservación Privada (ACP) del Perú, sumando 20 al año 2021, abarcando una superficie total de 157,123.08 hectáreas.


Estas áreas de conservación privada son administradas por comunidades campesinas y rurales, cuyo sustento depende de la agricultura y la ganadería, lo que aumenta la vulnerabilidad de la presión humana en estos espacios y con ello la vulnerabilidad del oso andino. 


Investigación


El investigador de la UNTRM refirió que en el estudio se abordaron 16 áreas de conservación privada, territorios boscosos megadiversos que son el hábitat de especies de fauna endémicas de alto valor ecológico, entre los que se encuentra el oso andino.


En ese contexto, se destacó la importancia de hacer una evaluación del territorio de manera integrada a través de la propuesta de corredores ecológicos que permitan la identificación de territorios con aptitud para creación de espacios con el objetivo de conservación de la biodiversidad. 


Metodología


Cotrina Sánchez indicó que con el propósito de identificar cambios en el uso y la cobertura del suelo en los últimos 30 años (1990-2020) se utilizaron algoritmos mediante computación en la nube para procesamiento y análisis de imágenes multiespectrales, en combinación con imágenes de radar. 

“Considerando que nuestra área de estudio se encuentra en la zona ecuatorial y con bosques tropicales, la nubosidad durante todo el año se considera un serio desafío para el uso de imágenes satelitales ópticas, por lo cual mediante algoritmos aplicamos una máscara de nubes para obtener imágenes finales con la mayor cantidad de píxeles libres de nubes”, comentó.


A continuación, se integró el mapa de cambios en el uso y cobertura de suelo del año 2020 con variables físicas como la distancia a carreteras, distancia a centros de población y un estudio previo de distribución potencial del oso andino en Amazonas para obtener el ráster de resistencia. 

“Este ráster de resistencia es un indicador del nivel de perturbación o el grado de dificultad que se espera que encuentre el oso de anteojos al moverse entre áreas de conservación, atravesando diferentes tipos de vegetación, infraestructuras creadas por el ser humano y actividades agrícolas y ganaderas que se desarrollan en el territorio regional”, explicó el investigador.


Resultados


La investigación de la UNTRM arrojó que la pérdida de cobertura forestal en tierras de comunidades campesinas, principalmente, se ha visto afectada por la ampliación de la frontera agrícola y la instalación de pastos para ganadería extensiva, a lo que se suma la apertura de vías de acceso y creación de nuevos centros poblados


El reemplazo del total de la cobertura forestal por cultivos fue del 11.6 %, 11.4 % y 14.3 % para el período comprendido entre los años 1990-2000, 2000-2010 y 2010-2020, respectivamente, detalla el estudio.

Asimismo, se identificó que, con el pasar de los años, los bosques remanentes (bosques naturales primarios aislados producto de la fragmentación del hábitat) han perdido su tamaño, en promedio, de 57.6 hectáreas en 1990 a 29.7 hectáreas en 2020.


“Respecto a los corredores ecológicos, identificamos 13 rutas que conectan las áreas de conservación distribuidas dentro de las comunidades campesinas de Amazonas, las cuales se ven influenciadas por el porcentaje de superficie de cobertura vegetal, que cada vez son más pequeños y desconectados, poniendo en peligro la supervivencia de las especies en riesgo, entre ellas el oso de anteojos”, puntualizó.


Publicación de resultados


Los resultados de esta investigación forman parte de un artículo titulado “Computación en la nube integrada y modelado rentable para delinear los corredores ecológicos para osos de anteojos (Tremarctos ornatus) en los territorios rurales de la Amazonía peruana”, publicado recientemente en la revista científica Global Ecology and Conservation (GECCO), de la editorial ELSEVIER, de gran impacto en la comunidad científica internacional. Para conocer en detalle el artículo científico ingresar al siguiente enlace.


Importancia del estudio


Alexander Cotrina Sánchez subrayó que este tipo de estudios constituye una herramienta que ayuda a desarrollar una red interconectada de áreas de conservación que podría prevenir la destrucción de ecosistemas y el aislamiento de especies, así como reducir el riesgo de extinción de la vida silvestre. 

Ello, teniendo en cuenta a lo largo de los años se talaron bosques para crear pastizales y se quemaron páramos y punas para crear nuevos espacios destinados a la ganadería. “Como consecuencia de este accionar se redujo el suministro de alimentos de bromelias y ericáceas que constituyen una parte importante de la dieta del oso andino”, enfatizó el investigador.


Agregó que, durante el estudio, se recolectó imágenes de las cámaras trampa en el área de conservación privada Copallin, conectadas indirectamente por los corredores ecológicos 1 y 4, lo que evidenció la presencia del oso de anteojos. 

De igual manera, se recopilaron imágenes en el área de conservación privada Hierba Buena-Allpayacu, conectada por los corredores ecológicos 6, 7 y 8, a lo largo de la ribera del río Corosha, y se confirmó la presencia del “oso de anteojos dorado de la región Amazonas”, conocido así por su pelaje de color marrón claro, que es el único reportado en este ámbito.


Finalmente, Cotrina Sánchez resaltó que el estudio de la Universidad Nacional Toribio Rodríguez de Mendoza contribuirá a identificar espacios potenciales para la implementación de iniciativas de conservación para la fauna silvestre amenazada como el oso de anteojos y otras especies de la Amazonía peruana.


Participación ciudadana

Cotrina Sánchez remarcó que es fundamental la participación de las comunidades rurales y locales para promover un desarrollo sostenible, el fortalecimiento de capacidades de gestión local mediante eventos de capacitación, campañas de información y otros que permitan establecer sinergias a nivel local, regional y nacional para proteger las diferentes especies y contribuir a la conservación y uso sostenible de nuestra fauna silvestre.

Perfil del investigador

Alexander Cotrina Sánchez es ingeniero forestal formado en la Universidad Nacional de Cajamarca y estudió una maestría en Gestión para el Desarrollo Sustentable en la Universidad Nacional Toribio Rodríguez de Mendoza, donde también es docente e integrante del Instituto de Investigación para el Desarrollo Sustentable de Ceja de Selva (INDES-CES)


Actualmente estudia un doctorado en Ciencia, Tecnología y Biotecnología para la Sostenibilidad en la Università degli Studi della Tuscia, en Italia, tras ganar una beca de la Unión Europea a través del fondo "Highlander Project".

(FIN) LZD/MAO

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Publicado: 25/5/2022