Ante las medidas de confinamiento dispuesto por el Gobierno para los próximos quince días, el Instituto Geofísico del Perú (IGP) informó que se continuará con el servicio de monitoreo de huaicos en la zona este de Lima, con la finalidad de reducir el riesgo del desastre y garantizar el abastecimiento de agua potable a Lima Metropolitana.
El IGP, órgano adscrito al Ministerio del Ambiente (Minam), cuenta con un equipo de investigadores y técnicos que han desarrollado un eficiente sistema de monitoreo ininterrumpido de huaicos, que ante la temporada de lluvias se encuentra estratégicamente instalado en la quebrada de Jicamarca. Este sistema puede ser replicado fácilmente en otras zonas del país.
Juan Carlos Espinoza, ingeniero responsable del desarrollo del sistema, explicó que, en la zona de Jicamarca, en las quebradas Huaycoloro y Rioseco, límite del distrito de Lurigancho-Chosica con la provincia de Huarochirí, están implementados estratégicamente cuatro estaciones compuestas por cámaras y sensores de movimiento y altura que permiten el monitoreo continuo y la emisión de alertas inminentes de ocurrencia de huaicos.
“De presentarse un evento de huaico, nuestro sistema de monitoreo enviará alertas en tiempo real a Sedapal, COEN, Senamhi, y al Minam, entre otras, lo que permitirá adoptar acciones de respuesta de manera oportuna y en el menor tiempo posible para salvaguardar la vida de los pobladores”, resaltó el investigador.
Por su parte, Juan Carlos Gómez, investigador en dinámica superficial, refirió que, precisamente el 31 de enero de 2017, gracias a la información generada por el sistema de monitoreo de huaicos del IGP, la alerta permitió a Sedapal tomar acciones de respuesta oportuna para salvaguardar la integridad de la planta de La Atarjea.
Esta acción evitó el ingreso de toneladas de lodo a sus instalaciones, lo que hubiese afectado significativamente el 80% de abastecimiento de agua para Lima Metropolitana.
Pese a la cuarentena, el IGP continuará aportando con conocimiento científico y generando información oportuna para contribuir a la gestión de riesgo de desastres.
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