Andina

Decomisan 13 mil especies protegidas cuando eran vendidas ilegalmente

09:12 |

Lima, ene. 30 (ANDINA).- Más de 13 mil especies de fauna silvestre fueron decomisadas el año pasado en Lima y el Callao cuando estaban a punto de ser comercializadas ilegalmente o sacadas del país a través del aeropuerto internacional Jorge Chávez.

   Lima, ene. 30 (ANDINA).- Más de 13 mil especies de fauna silvestre fueron decomisadas el año pasado en Lima y el Callao cuando estaban a punto de ser comercializadas ilegalmente o sacadas del país a través del aeropuerto internacional Jorge Chávez.

   La información fue proporcionada por la Policía Ecológica, dependencia que advirtió que en ambas ciudades existen nueve grandes puntos de venta ilegal de especies protegidas y a los que concurren los compradores pese a las advertencias.

   Las 13 mil 337 especies, en su mayoría insectos y aves, fueron decomisadas en 380 intervenciones realizadas en el Jorge Chávez y los mercados Central (jirón Ayacucho), Ecomusa (Cercado), Ceres (Vitarte), Huamantanga (Puente Piedra), Magdalena, San Juan de Miraflores, La Parada y Central del Callao.

   La Ley de Flora y Fauna (Ley 27308) establece que sólo pueden ser comercializadas especies protegidas que proceden de zoocriaderos o lugares autorizados por el Instituto Nacional de Recursos Naturales (Inrena), por lo que está prohibida la caza furtiva para una posterior venta.

   Según el administrador técnico forestal del Inrena, Rafael Ramírez, la mayoría de especies comercializadas viene de la Selva y es traída por personas que escapan a los puestos de control establecidos en distintos puntos del país.

   Explicó que en acciones coordinadas con la Municipalidad de Lima y la Policía Forestal se ha tratado de convencer a los comerciantes para que no vendan animales protegidos, pero ello no ha tenido resultados positivos.

   "El gran problema a parte de los comerciantes es la gente de la calle que compra. La gente no piensa que la venta de especies protegidas es un delito", refirió.

   Ramírez lamentó que mucha gente compre animales por curiosidad, como lagartos o monos, y que luego abandonan o entregan a la Policía Ecológica debido a que por su naturaleza salvaje las mascotas se vuelven agresivas.

   Advirtió que extraer un animal de su mundo natural causa gran daño al equilibrio ecológico porque "los animales cumplen determinadas funciones en el medio donde crecen".

   Tanto Ramírez como el mayor Rafael Arnés, de Flora y Fauna de la Policía Ecológica, comentaron que las sanciones "benignas" de la legislación penal impiden combatir con firmeza el tráfico de animales protegidos.

   La fiscal Julita Pachas sostuvo que la sanción para quienes comercializan con estos animales va de dos a cuatro años de pena privativa de la libertad (prisión no efectiva), con lo que la persona intervenida sabe que en ningún momento irá a prisión.

   "Nosotros como autoridades administrativos decomisamos a los animales y los podemos multar. Los extranjeros, muchos de los cuales son intervenidos en el aeropuerto, saben que toman su avión y que nunca pagarán la multa", expresó.

   La falta de presupuesto, equipos de comunicación, logística y personal de la Policía Ecológica son otros elementos que no ayudan a combatir a gran escala este delito, por lo que la actividad ilegal se mantiene y es abrumadora, refiere Arnés.

   (FIN) RRC/RMR


Publicado: 30/1/2005