Por Valery Díaz VásquezLas lluvias intensas a menudo son consideradas desastres naturales, sin embargo, es importante resaltar el impacto positivo que tiene en los bosques secos de la costa norte del Perú. Si bien los eventos climáticos extremos pueden causar daños a viviendas, infraestructura y agricultura, también genera un aumento en la disponibilidad de agua, lo que a su vez promueve el crecimiento de la flora y fauna en este importante ecosistema.
Los
bosques secos de la Costa norte del Perú son ecosistemas únicos y valiosos que enfrentan amenazas como la deforestación, la agricultura intensiva y el cambio climático. “Sin embargo, frente a situaciones de inundaciones y lluvias intensas, se ha podido observar un resurgimiento de estos bosques acompañado de la recuperación de la vegetación y el aumento en la biodiversidad”, resalta Aníbal Calderón, administrador técnico de Serfor Lambayeque, en diálogo con la
Agencia Andina.
Por ejemplo, durante los vuelos de monitoreo del impacto de las lluvias intensas en el norte del país, las autoridades verificaron que el ecosistema del Santuario Histórico Bosque de Pómac, ubicado en Lambayeque, reverdeció gracias a las fuertes precipitaciones y ahora luce un color verde intenso.
Es importante destacar el papel de las autoridades y organizaciones locales, como el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor), en la
protección y conservación de estos bosques secos durante y después de eventos climáticos extremos y de otras instituciones del Estado como el Sernanp (Servicio Nacional de Áreas Protegidas por el Estado).
En el caso de Piura instituciones y pobladores de los distritos de Chulucanas y La Matanza, de la provincia de Morropón, se unieron para sembrar semillas de algarrobo, faique, charán y overal, con la finalidad de aprovechar las lluvias y recuperar los bosques estacionalmente secos deforestados.
Los periodos de lluvias intensas son procesos de vital importancia para la recuperación de los bosques estacionalmente secos porque abastecen de agua los acuíferos subterráneos y las fuentes artificiales como los reservorios y represas, usados en la época de escasez y sequía, tanto para los bosques naturales, así como para las plantaciones forestales.
Para analizar el panorama de reforestación de nuestra costa se han tomado como referencia dos regiones importantes: Piura que cuenta con un área exacta de 179,380 hectáreas de bosques secos y, Lambayeque que tiene 711,528 hectáreas de bosques secos.
La ciudad de los algarrobos
Piura es una región ubicada en la costa norte de Perú que cuenta con una diversidad de ecosistemas, incluyendo bosques secos, los cuales representan uno de los tipos de vegetación más emblemáticos de la zona.
Estos bosques se encuentran en áreas con estaciones secas prolongadas y precipitaciones limitadas, lo que resulta en una vegetación especializada capaz de resistir condiciones de sequía. “Frente a las intensas lluvias que se iniciaron a finales de febrero, no tenían en cuenta su intensidad fue así que , tuvieron la idea de dispersar semillas en coordinación con las norias, centros poblados, en La Matanza Morropón”, indicó Roberto Seminario, responsable de la sede Chulucanas del Serfor Piura.
En diálogo con la Agencia Andina, Seminario afirmó que gracias a eventos como el ciclón Yaku y después con Fenómeno El Niño costero, se ha logrado recuperar casi todo el bosque seco gracias a la siembra de especies como el algarrobo, la especie de árbol más emblemática de la región, el Charán, otra especie con un valor nutricional muy importante para el ganado y el sapote.
Recordemos que los bosques secos de la región están compuestos por especies de árboles y arbustos adaptados a estas condiciones, como el algarrobo (Prosopis pallida), el sapote (Capparis scabrida), el hualtaco (Loxopterygium huasango), entre otros, quienes han logrado aumentar en cantidad gracias a las fuertes lluvias gracias a la germinación de sus semillas. Además, estos bosques albergan una gran diversidad de fauna, incluyendo aves, mamíferos, reptiles e invertebrados, muchos de los cuales son endémicos y tienen una gran importancia para la biodiversidad local.
“Se buscó sacar provecho a la situación y reforestar, gracias a esto hemos contado con la aparición de especies como el sajino, él puma, el oso hormiguero, el zorrillo, él añaz. Los campesinos y ganaderos que viven cerca al bosque también han alertado la aparición de una paloma de ojos azules que se creía desaparecida, que ahora se está viendo nuevamente”, señaló Roberto Seminario con mucho entusiasmo.
Ahora que las lluvias persisten, se busca sacarle el máximo provecho para continuar con él plan de reforestación. Sin embargo, frente al agotamiento de semillas, los ganaderos se están apoyando con él estiércol de cabra, el cual tiene thermoplasma y semillas para perpetuar con el cuidado del bosque. “La combinación con guano de cabras es una técnica innovadora que contribuirá al fortalecimiento de la germinación de las semillas”, explicó Seminario.
Sin embargo, los bosques secos de Piura enfrentan amenazas significativas, incluyendo la deforestación, la agricultura intensiva, la expansión urbana, la ganadería y el cambio climático. La deforestación para la expansión agrícola y ganadera, así como la extracción de madera y otros recursos naturales, han llevado a la pérdida de grandes áreas de bosque seco en Piura y a la fragmentación de los remanentes que aún persisten.
Frente a esta problemática, el contexto de lluvias ha contribuido de manera indirecta y positiva para lograr su reforestación, con esto se busca que los ganaderos, y personas aledañas al bosque se comprometan a cuidarlo y mantenerlo.
“Este lugar está cercado y está cerca de los centros poblados, es un compromiso de las mil familias que solo viven de actividades del bosque como los recolectores de miel, productores de algarrobina, y de quesillo, el mantenerse vigilantes. Él reforestar ha sido una tarea tediosa, que se ha podido lograr”, puntualizó Roberto Seminario.
La ciudad evocadora
Lambayeque es una región ubicada en la costa norte de Perú que, al igual que otras áreas de la región norteña, cuenta con bosques secos, que son uno de los ecosistemas más representativos de la zona.
En esta región, los bosques secos están compuestos principalmente por especies de árboles y arbustos adaptados a estas condiciones, como el algarrobo (Prosopis pallida), el sapote (Capparis scabrida), el zapote (Ziziphus spp.), el hualtaco (Loxopterygium huasango), entre otros.Estos bosques albergan una rica biodiversidad de fauna, en la que figuran aves, mamíferos, reptiles e invertebrados, muchos de los cuales tienen una gran importancia para la biodiversidad local.
Sin embargo, los bosques secos de Lambayeque enfrentan amenazas significativas, como la deforestación, la agricultura intensiva, la expansión urbana, la ganadería y el cambio climático. La deforestación para la expansión agrícola y ganadera, así como la extracción de madera y otros recursos naturales, han llevado a la pérdida de grandes áreas de bosque seco en Lambayeque y a la fragmentación de los remanentes que aún persisten.
Ante la ocurrencia de intensas lluvias se han encontrado semillas dispersas dentro de los bosques y se han encontrado alrededor de 80 plántulas por hectárea en los bosques de Olmos incluso hay algunas áreas que llegan hasta a 500 por hectárea, las cuales se han regenerado y reproducido espontáneamente
“Se está evaluando el comportamiento del bosque frente al fenómeno de las lluvias y la regeneración natural en Olmos en donde se ha encontrado que hay alrededor de 800 litros de agua por metro cuadrado y en el caso de Motupe se han encontrado 650 por metro cuadrado. Sin duda, esto garantiza que los árboles que se están sembrando se consoliden con el tiempo y formen parte permanente del bosque”, mencionó Aníbal Calderón, administrador técnico de Serfor Lambayeque.
Del mismo modo, Calderón indica que esta reforestación fue natural ya que el ganado caprino como el zorro y otros animales silvestres se encargan de dispersar la semilla en el bosque contribuyendo con la reforestación. Para que estos bosques se puedan mantenerse en él tiempo y establecerse adecuadamente , el gobierno regional busca organizarse con las comunidades campesinas para asegurar el control de vigilancia para evitar incendios forestales.
“Ante el anuncio del Fenómeno El Niño, nos hemos preparado para dispersar la semillas de manera conjunta con los campesinos. Serfor ha realizado la preparación del banco de semillas para poder dispersarlas con las comunidades campesinas en los próximos años y así recuperar los vichayos, algarrobos, zapotes, faiques y angolos”, resalta.
Sostuvo que existen más de 20,000 familias que usan el bosque seco, es por eso que se está coordinando con él gobierno regional a través de la gerencia de recursos naturales para poder hacer un seguimiento al bosque.
Es importante resaltar que la conservación de los bosques secos de Lambayeque es de gran importancia para la protección de la biodiversidad, el mantenimiento de los servicios ecosistémicos y la sostenibilidad de las comunidades locales que dependen de estos ecosistemas para su subsistencia. Varios esfuerzos de conservación y manejo sostenible se están llevando a cabo en la región, incluyendo la creación de áreas protegidas, la promoción de prácticas de manejo forestal sostenible, la restauración de áreas degradadas y la concientización sobre la importancia de la conservación de los bosques secos y su biodiversidad.
Finalmente, frente a lo expuesto anteriormente, podemos concluir que las inundaciones y lluvias intensas pueden tener un impacto positivo en los bosques secos de la región costera de Perú, promoviendo su resurgimiento y recuperación, y destacando la importancia de la conservación y manejo sostenible de estos ecosistemas únicos.
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(FIN) VDV/MAO
Publicado: 3/5/2023