Andina

Ministerio del Ambiente y el IGP reflexionaron sobre 50 años del terremoto de 1970

A través de conferencia virtual participaron la ministra Fabiola Muñoz y el presidente del IGP, Hernando Tavera

“Hace 50 años cuando ocurrió este evento catastrófico, las personas de Yungay fueron sorprendidas por estos peligros naturales de manera repentina. Ellos no estaban preparados y no contaban con información, otro elemento importante que nos brinda la investigación científica y que es valiosa para la toma de decisiones”, sostuvo la titular del Minam, Fabiola Muñoz.

“Hace 50 años cuando ocurrió este evento catastrófico, las personas de Yungay fueron sorprendidas por estos peligros naturales de manera repentina. Ellos no estaban preparados y no contaban con información, otro elemento importante que nos brinda la investigación científica y que es valiosa para la toma de decisiones”, sostuvo la titular del Minam, Fabiola Muñoz.

18:21 | Lima, may. 31.

Al recordar la ministra del Ambiente, Fabiola Muñoz, el terremoto del 1970 y el aluvión que desapareció la localidad de Yungay, en Áncash, uno de los eventos que más daño y conmoción generó en las poblaciones de nuestro país, invocó a todos reflexionar acerca de la prevención, un concepto tan importante que ha cobrado vigencia en el Perú y el mundo a causa de la pandemia del coronavirus que se viene enfrentando.

“Hace 50 años cuando ocurrió este evento catastrófico, las personas de Yungay fueron sorprendidas por estos peligros naturales de manera repentina. Ellos no estaban preparados y no contaban con información, otro elemento importante que nos brinda la investigación científica y que es valiosa para la toma de decisiones”, agregó. 

En ese contexto, la  titular del Minam destacó el rol que cumple el Instituto Geofísico del Perú (IGP), porque nos brinda información científica que permite identificar los riesgos en los diferentes lugares y escenarios de nuestro país y así, los tomadores de decisiones puedan establecer medidas de prevención de forma oportuna. Sin embargo, recalcó que esto no será suficiente si a ello no se suma el compromiso y el apoyo de la población. 

“Si cuando se dice que las personas no deben instalarse en un determinado lugar porque tiene un suelo de mala calidad, porque el terreno no es estable y aun así invaden poniendo en riesgo sus vidas, no nos sorprendamos cuando tarde o temprano la naturaleza vuelva a tomar su curso y por ende, esta situación provoque desastres”, puntualizó.

Muñoz remarcó que hay que  entender que es momento de cambiar nuestras formas de convivencia con la naturaleza y promover una cultura de prevención para no tener que volver a repetir, nunca más, desastres como el que se vivió hace 50 años.  

La ministra participó hoy en la conferencia virtual que organizó el IGP, organismo adscrito al Ministerio del Ambiente, al  conmemorarse los 50 años del terremoto del 31 de mayo de 1970. La reunión tuvo como fin invocar a la reflexión sobre la importancia de reforzar la cultura de prevención para mitigar los efectos de un próximo terremoto. 


La ponencia del tema central estuvo a cargo de Hernando Tavera, presidente ejecutivo del IGP, quien explicó sobre la génesis de los terremotos y que éstos son peligros naturales que siempre van ocurrir. “Los sismos y las erupciones volcánicas son los indicadores más claros de la dinámica interna que tiene nuestro planeta Tierra y de todos los cambios morfológicos que se observan en superficie”, refirió. 

Al reflexionar sobre el terremoto del 70, Tavera dijo que este evento sacudió las regiones de la Libertad, Áncash y Lima y al tener intensidades del orden 7 a 8 en la escala de Mercalli Modificada originó altos niveles de sacudimiento provocando el colapso de viviendas, que fueron construidas a base de adobe y quincha. 

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Recalcó que los terremotos no son culpables de los desastres, por el contrario, los peruanos deben entender que toda vivienda que ha sido construida con material no adecuado para zonas sísmicas,  será afectada en  cualquier momento. 

El presidente ejecutivo del IGP, también aclaró que el terremoto no fue la causa del desastre en la ciudad de Yungay. El alud fue un efecto secundario producto del sacudimiento de la Cordillera Blanca, lo cual originó el desprendimiento de un gran bloque de masa de hielo. 

“Aproximadamente 40 millones de metros cúbicos de material compuesto por hielo y lodo se desplazaron a altas velocidades de 200 a 500 kilómetros por hora y ello tardó entre 3 a 4 minutos para llegar a la ciudad de Yungay, desapareciéndolo todo”, añadió. 

El funcionario exhortó a los  peruanos a aprender la lección de nuestra historia sísmica para mejorar la construcción de sus viviendas y adquirir cultura de prevención. “La ciencia, la información, la instrumentación geofísica está avanzando, ahora es responsabilidad de nosotros conocer los riesgos y estar preparados para enfrentar al futuro”, finalizó.

El dato

Dada la actual coyuntura y a través de esta actividad virtual, el IGP promueve espacios de interacción que educan, informan, culturizan y resaltan la importancia de la ciencia, los cuales son imprescindibles para fomentar una cultura de prevención y contribuir con una buena Gestión del Riesgo de Desastres, en beneficio de nuestro país.   

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(FIN) NDP/TCM


Publicado: 31/5/2020