Los peruanos celebran a lo grande la llegada del Año Nuevo, en medio de divertidos rituales donde no faltan las prendas de color amarillo, el brindis de rigor y un cotillón casi interminable para traer la prosperidad, la salud y el amor durante el recién estrenado 2025.
Desde la noche del 31 de diciembre, miles de hogares peruanos se reúnen alrededor de la mesa para disfrutar de una cena festiva donde se lucen platos típicos como el pavo al horno, el cuy chactado, el lechón o el emblemático pollo a la brasa, acompañados siempre con generosas cremas, purés o ensaladas.
A estos se suman postres tradicionales de fin de año, como el panetón y el chocolate, previo brindis con una copa de Champagne o vino.
Para muchos peruanos, la cena de Año Nuevo tiene un propósito mucho más profundo que el de simplemente compartir una comida. Se cree que una mesa llena de abundancia simboliza la prosperidad económica y la armonía familiar en el año que comienza. Así, el acto de disfrutar de los manjares típicos no solo es una costumbre, sino también un medio para materializar los deseos de bienestar y fortuna.
Que no falte el dinero
Además de los manjares, las cábalas son una parte esencial de la celebración. Una de las más populares es la de comer 12 uvas, una por cada campanada de la medianoche. A medida que se consume cada fruta, los peruanos piden un deseo, especialmente enfocado en la prosperidad económica y los proyectos personales. Esta práctica, que se repite en muchas casas del país, tiene la firme creencia de que atraerá buena suerte y éxito durante los 12 meses del año que se inicia.
Otra de las tradiciones más destacadas tiene que ver con el dinero. Se recomienda tener billetes o monedas en el bolsillo al momento de recibir el Año Nuevo. Esta cábala se realiza con la esperanza de que el próximo año esté lleno de abundancia económica. También es común colocar un billete en la puerta de la casa o en la mesa, lo que simboliza la llegada de la fortuna y la estabilidad financiera. Otras familias buscan el mismo objetivo con el apoyo de semillas o menestras como la lentejita.
El amor, otro de los deseos más anhelados para el nuevo año, también tiene su lugar en las costumbres peruanas. Muchos optan por usar ropa interior amarilla o roja, según el tipo de amor que deseen atraer. El amarillo es el color de la prosperidad y la felicidad, mientras que el rojo se asocia con la pasión y el deseo de encontrar pareja. La cábala de caminar con una maleta vacía por la casa, con la esperanza de atraer nuevos comienzos y viajes, es también un acto común entre aquellos que buscan el amor y la aventura.
Flores y luces de bengala
A lo largo de todo el país, el baño de flores es otro de los rituales que acompaña a la llegada del Año Nuevo. Este baño, realizado con hierbas aromáticas como la ruda, la albahaca y el romero, es considerado un acto de limpieza espiritual, eliminando las malas energías del año que termina y preparando el cuerpo y la mente para el nuevo ciclo. El uso de estas hierbas se asocia con la purificación y la renovación.
A medianoche, las calles y plazas de muchas ciudades peruanas se llenaron de luces y fuegos artificiales. Esta tradición no solo busca celebrar la llegada del Año Nuevo, sino también ahuyentar los malos espíritus del pasado y dar la bienvenida a la esperanza. Las explosiones de luz y color son un símbolo de la renovación, y para muchos, son una forma de purificar el ambiente y atraer energías positivas.
La visita a la iglesia es una tradición para algunas familias, especialmente en el ámbito rural. Al asistir a la Misa de Año Nuevo, los fieles piden por la salud y el bienestar de sus seres queridos, agradeciendo por las bendiciones del año que termina y pidiendo fortaleza y prosperidad para el futuro. Esta práctica refleja la profunda conexión espiritual de los peruanos con la celebración de la Navidad y el Año Nuevo.
A pesar de las diferencias regionales y culturales, el Año Nuevo en Perú es una ocasión para renovar los lazos familiares y fortalecer los vínculos sociales. Las festividades incluyen tanto a los más jóvenes como a los más mayores, y todos participan activamente en las costumbres y rituales, unidos en la esperanza de un nuevo comienzo lleno de bienestar y éxito.
Las tradiciones y cábalas del Año Nuevo en Perú reflejan la rica diversidad cultural del país y la importancia que se le da a los valores familiares y espirituales. Desde la comida hasta los rituales, todo está pensado para atraer prosperidad, amor y salud, y para asegurar que el Año Nuevo llegue con la promesa de un futuro mejor.
Más en Andina:
(FIN) KGR/LIT
Publicado: 1/1/2025