El 1 de agosto se celebra el Día Nacional de la Alpaca, uno de los camélidos emblemáticos de los Andes peruanos. A diferencia de la vicuña que es silvestre, la alpaca fue convertida en animal de crianza desde tiempos ancestrales, aunque no con fines de trasladar carga como la llama, sino para aprovechar su fina fibra para la confección de prendas de vestir y abrigo. ¿Por qué este icónico auquénido es un factor de identidad cultural y textil de nuestro país?
Características de la alpaca
La alpaca es de menor tamaño en promedio que la llama y un poco más grande que la vicuña, llegando a superar el metro y medio de altura, con un peso que va de 60 a 70 kilos.
Perú posee más de 3 millones 600,000 ejemplares de alpacas en su territorio, que representan el 87 % de la población mundial, y por ello es el primer productor mundial de fibra de este camélido altoandino.
Recurso genético
Dada la importancia de la alpaca, esta especie fue declarada Recurso Genético del Perú mediante la Ley 28350-Ley de Promoción de Mejoramiento Genético y Conservación de las razas de camélidos sudamericanos domésticos.
Adicionalmente, el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri), a través de la Resolución Ministerial N° 429-2012-AG, establece el 1 de agosto de cada año como el Día Nacional de la Alpaca, a partir de la identidad cultural, implicancia económica en las zonas altoandinas, hegemonía productiva a nivel mundial y por ser un recurso estratégico para superar la pobreza.
Factor de identidad cultural y textil
La crianza de camélidos constituye una de las actividades productivas y económicas más importantes que se desarrolla en la zona altoandina peruana, y de ella dependen entre el 70 % al 80 % del ingreso familiar anual (de acuerdo con la FAO), siendo una actividad de agricultura familiar, la cual es de prioridad para el Estado.
Dado que su domesticación y crianza en Perú se remontan a tiempos milenarios, la alpaca constituye un factor de identidad para los peruanos, en especial para las comunidades altoandinas que se dedican a su aprovechamiento sostenible.
Tanto su fina fibra, que distingue a Perú como un importante proveedor mundial de este recurso y de prendas de vestir de calidad que se pueden elaborar a partir de ella, como también su carne altamente nutritiva, son factores de identidad y motivo de orgullo de los peruanos.
Razas de alpaca
Existen tres razas de alpaca: Huacaya, Suri e híbrida. El 80% de alpacas son de raza Huacaya, el 12% son de raza Suri y el restante 8% son híbridas.
Los ejemplares de raza Huacaya se caracterizan por la cobertura total del cuerpo con un vellón muy denso y de fibra pesada; mientras que la raza Suri tiene un vellón más sedoso, lacio y de mayor crecimiento.
La celebración del Día Nacional de la Alpaca motiva que las regiones productoras organicen actividades como concursos de fibra de alpaca, exhibición y venta de artesanías, platos típicos elaborados con carne de alpaca, muestra y venta de reproductores de alpaca, conferencias y talleres sobre la alpaca, así como concursos de danzas típicas que identifican a los pueblos del Perú.
Fibra de alta calidad
La fibra de alpaca es una de las más finas del mundo y supera en calidad a la de cachemir y a la lana de oveja, por lo que es preferida para la confección de chompas, suéteres, faldas, entre otras prendas de vestir; también accesorios como bolsos, carteras y correas, e incluso tapices y alfombras.
Una de las características notables de la fibra de alpaca, que la posicionan como un producto de gran demanda por la industria textil, es su capacidad térmica para abrigar cuando hace frío y es ligera cuando hace calor.
Asimismo, su fineza se expresa en el diámetro que puede alcanzar las 19 micras y una medulación muy baja, lo que permite confeccionar prendas más delgadas y ligeras, utilizables en cualquier temporada del año.
La fibra de alpaca, luego de la esquila, está categorizada según la normatividad técnica vigente en extrafina, fina, semifina y gruesa. Si la compra la industria, lo hace según sus calidades Royal, Baby, Súper baby, Fleece, Medium Fleece, Huarizo o alpaca gruesa.
Otra de las características de la fibra de alpaca es su durabilidad, lo que permite que sea reutilizada. Por ello es que el 90 % de la fibra de alpaca peruana se exporta a más de 20 países, siendo los mayores envíos a China e Italia.
También se caracteriza por su propiedad higroscópica, dado que la absorción de la humedad ambiental de la fibra de alpaca es baja. Del mismo modo, tiene muy buena elasticidad y resistencia siendo posible compararla con la de la lana de oveja y otras fibras animales.
Otro atributo es la suavidad, dado que la estructura de la fibra de alpaca la hace muy suave al tacto, siendo comparada con la fibra de Angora y del Mohair. Además, la fibra de alpaca tiene una menor tendencia al afieltramiento, si es que la comparamos con la lana de oveja y otras fibras animales.
Finalmente, la fibra de alpaca es antialérgica, dado que no contiene lanolina; y tiene más de 22 colores naturales, desde el negro, con variaciones de grises y marrones, hasta el blanco.
La fibra de alpaca debe sus inigualables características a la especial combinación del clima, altitud y pastos que son su alimento y que son bajos en proteínas, siendo únicos en los Andes.
Regiones productoras
Las principales regiones productores de fibra de alpaca son Puno, Cusco, Arequipa, Huancavelica, Apurímac, Ayacucho y Pasco, en zonas ubicadas por encima de los 3,800 metros sobre el nivel del mar.
Una de las fibras de alpaca más finas del mundo se produce en la alejada comunidad campesina de Quelcaya, ubicada en el distrito de Corani, provincia de Carabaya, departamento de Puno.
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