En el marco del impulso de la gestión sostenible de los recursos forestales y de fauna silvestre, el Ministerio de Agricultura y Riego, a través del Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor) trabaja la formulación del Plan de Prevención y Reducción de Riesgo de Incendios Forestales en la región Piura.
Así lo anunció Juan Otivo Meza, responsable de la Administración Técnica Forestal y de Fauna Silvestre (ATFFS) Piura, oficina descentralizada del Serfor, durante una reunión con el coordinador del Centro de Operaciones de Emergencia Regional (COER) Piura, Eduardo Arbulú Gonzáles.
Otivo Meza explicó que las intensas de lluvias de El Niño Costero favorecieron el crecimiento de la vegetación, la cual empieza a secarse, representando un peligro en caso de incendios forestales, dado que la madera es un elemento altamente inflamable. Por ello, alertó para adoptar las medidas respectivas de prevención y reducción de riesgos.
Asimismo, recordó que después de El Niño que afectó a la región durante los años 1997 y 1998 se produjo un incendio forestal, que se inició en Sechura, en el límite con Olmos, en la región Lambayeque, y se expandió hasta Locuto, en el distrito de Tambogrande, en la región Piura.
El responsable de la oficina descentralizada del Serfor en Piura manifestó que este plan también tiene un rol articulador. “Las alianzas estratégicas con instituciones públicas, organizaciones no gubernamentales y comunidades campesinas, es fundamental y prioritaria para evitar que los incendios consuman nuestros bosques, como ocurrió el año pasado en Huancabamba, Ayabaca y Lancones”, refirió.
Por su parte, Eduardo Arbulú puso a disposición las herramientas del COER para fortalecer e implementar la propuesta de Prevención y Reducción de Riesgo de Incendios Forestales. En este sentido, asumió el compromiso de exponer dicho plan ante las autoridades que conforman la Plataforma de Defensa Civil Regional.
Los incendios forestales, en su mayoría, se originan por la quema de pastizales y limpieza de maleza en la actividad de preparar el terreno para el cultivo agrícola. Una práctica cultural con la creencia que la quema de los terrenos atraerá la lluvia.
Sin embargo, es evidente que genera un impacto negativo en el medio ambiente, dado que degrada el suelo, pone en riesgo al bosque, a la fauna silvestre y a las familias que viven en las zonas aledañas.
El daño al ecosistema y la pérdida de la biodiversidad es irreparable, por lo que la
Ley N° 29763, Ley Forestal y de Fauna Silvestre, establece la apertura de un proceso administrativo, que sanciona a los responsables de estas infracciones, con el pago de una multa superior de 10 Unidades Impositivas Tributarias (UIT), equivalente en la actualidad a más de 40,500 soles.
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