A pocos días de la Navidad y en un año en el que la familia ha sido el mayor soporte para atravesar la crisis por el coronavirus, el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) lanzaron un video sobre el derecho al que tienen niños y adolescentes víctimas de desprotección familiar a vivir en una familia.
El video animado muestra parte de la vida de una niña, quien se encuentra en un centro de albergue, y cómo cambia su situación al ser acogida temporalmente por una familia. Ella encuentra el hogar que necesita para seguir desarrollándose en medio de personas que le brindarán amor y protección en el marco de sus derechos.
El trabajo ha sido realizado por el MIMP y Unicef y producido por la Asociación Guarango Cine y Video como parte de un proyecto desarrollado durante la pandemia, gracias al apoyo técnico del Programa Innóvate Perú del Ministerio de la Producción.
En el Perú más de 6 mil niñas, niños y adolescentes se encuentran en albergues, también conocidos como Centros de Acogida Residencial (CAR), debido a que enfrentan factores de desprotección. Al atravesar por estos problemas, no pueden vivir con sus padres o madres.
De todo este universo,
49% son adolescentes y el 18 % del total son niñas y niños entre 0 y 5 años. Esta última es una etapa clave del desarrollo, donde necesitan no solo una
atención especial, sino que es donde crean un vínculo de apego con un adulto significativo, situación que difícilmente ocurre en los CAR. Esto puede generar graves consecuencias en su desarrollo físico, cognitivo y emocional.
El derecho a vivir en familia está asegurado en la Convención sobre los Derechos del Niño como uno de sus mandatos. En el 2016, el Comité de los
Derechos del Niño, en sus observaciones finales, le planteó su preocupación al Perú debido a que la institucionalización ha venido siendo usada como una primera opción en resolver las situaciones de desprotección familiar en vez de garantizar su derecho a vivir en familia.
Frente a ello, el MIMP a través de la Unidad de Protección Especial, prioriza que quienes se encuentren en desprotección familiar puedan vivir temporalmente con familias acogedoras.
Entre marzo y octubre del 2020,
879 niñas, niños y adolescentes han sido dirigidos a un entorno familiar seguro. Es decir, viven con familias extensas de sangre, y si esto no es posible, son acogidos en una familia que, sin tener ningún vínculo con ellos, los reciben en el seno de su hogar.
Sobre este segundo escenario, el Banco de Familias Acogedoras del MIMP cuenta en la actualidad con 219 personas y familias rigurosamente evaluadas y capacitadas para asumir la protección temporal de niñas, niños y adolescentes que se encuentran en situaciones de alta vulnerabilidad.