Existe la creencia de que los fuertes vientos o el inicio de una nueva estación del año son indicadores que anuncian la ocurrencia de sismos. Al respecto, el presidente ejecutivo del Instituto Geofísico del Perú (IGP), Hernando Tavera, afirmó que no existe una evidencia científica que relacione ambos procesos.
El titular del IGP manifestó que los
sismos ocurren porque son parte de la dinámica de la evolución de la Tierra, pueden suscitarse en todo momento y en cualquier punto de nuestro territorio nacional. Por tanto, no existen épocas estacionarias, meses ni horas predilectas para la ocurrencia de estos movimientos telúricos.
Sostuvo que a diferencia de los terremotos que ocurren sin previo aviso, hay algunos peligros naturales que pueden conocerse anticipación. Un claro ejemplo es la ocurrencia del Fenómeno El Niño y la presencia de lluvias en los meses de diciembre a marzo de cada año, los cuales pueden desencadenar en crecidas de ríos, deslizamientos de tierra, huaicos, entre otros.
Para estos casos, la previa información científica es clave para deducir el peligro que representa para las poblaciones.
Mitos sin sustento científico
Hernando Tavera manifestó que hay mitos que aún no desaparecen por la desinformación de las personas. Está el mito estacional en el cual se cree que los terremotos en Lima ocurren en octubre y por eso se llama el mes de los temblores.
Otro mito es pensar que el evento sísmico debe tener una gran magnitud para generar desastres en una ciudad. Lo importante es saber qué tan fuerte se ha sacudido el suelo. “Un sismo de magnitud 4 como un sismo de magnitud 8, pueden producir las mismas intensidades de sacudimiento, sin embargo esto dependerá de qué tan cerca estemos del epicentro”, añadió.
Por último, está la creencia de que las personas pierden la vida por la ocurrencia de un sismo. Hernando Tavera, aclaró que las personas resultan afectadas, no por culpa del terremoto, sino porque sus estructuras y/o viviendas han colapsado debido a una mala construcción o porque fueron levantados sobre suelos de riesgo tales como las riberas de ríos o laderas de cerros.
Resaltó que la ciencia hace muchos esfuerzos por intentar llegar a predecir los terremotos. En el caso del Perú, el IGP ha avanzado significativamente con las investigaciones científicas desarrolladas hasta la actualidad.
Los estudios indican que en la costa peruana, frente a la región central del Perú, existe una alta probabilidad de ocurrir un sismo de gran magnitud debido a la gran acumulación de energía que se produce desde hace más de 270 años
Tavera, exhortó a la población a no preocuparse por el día que ocurrirá el terremoto. “Preocupémonos en revisar la calidad de la construcción de nuestras viviendas. Si ellas fueron levantadas en suelos poco compactos, evidentemente, las ondas sísmicas se van amplificar y esto hará que la estructura se dañe más”.
Lima y distritos más vulnerables a un terremoto
El presidente ejecutivo del IGP dijo que entre las zonas más críticas están Lima por la antigüedad de un gran número de sus estructuras, y los distritos de Lurín, Villa El Salvador y Ventanilla, cuyas casas se han construido sobre terrenos muy arenosos y en algunos casos con la presencia de capas freáticas provenientes del río o de la zona costera del mar.
“Después del terremoto del año 1974 en Lima, la situación en vez de mejorar se ha agudizado con el incremento de la población y estructuras autoconstruidas en zonas críticas como en cercanías de las playas, riberas de ríos o laderas de los cerros, manteniendo a la ciudad en un riesgo constante”, manifestó.
En el Perú existe una norma de construcción sismorresistente que debe ser la guía para la construcción de grandes edificios y es posible que en algunos distritos como Miraflores y San Isidro se cumpla esta normativa brindando la confianza a sus habitantes, en el caso de que ocurra un sismo de gran magnitud.
326 sismos reportados en el 2020
En lo que va del año, el Centro Sismológico Nacional (CENSIS) del IGP ha registrado más de 326 sismos en todo el país, con mayor concurrencia en la zona costera del Perú. Tavera, explicó que esta sismicidad se produce por la deformación del continente ante la presencia de fallas geológicas que están presentes en San Martín, Cusco, Arequipa, Moquegua, Tacna, Cajamarca, entre otras regiones.
Por último, recomendó a la población a estar preparados y contribuir con la cultura de prevención. Manifestó que mientras se siga monitoreando los sismos en todas las regiones del país, se continuará haciendo ciencia que nos ayude a entender cómo se desarrollan los peligros geofísicos en el Perú.
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(FIN) NDP/MAO
Publicado: 25/5/2020