A pesar del duro golpe sufrido por el sector turismo debido a la pandemia del covid-19 que impide, por ahora, los viajes dentro y fuera del país, cabe resaltar que existen experiencias valiosas en el ámbito del turismo rural comunitario como el proyecto “Bosque de las Nuwas”, liderado por mujeres awajún de la región San Martín, que invitan a visitar y conocer de cerca una vez superada esta emergencia.
En la comunidad nativa Shampuyacu, ubicada en la cuenca alta del río Mayo, en la provincia de Rioja, un grupo de 52 mujeres llamadas “Nuwas” en lengua awajún, decidieron emprender un proyecto de turismo rural comunitario. Esta iniciativa, reconocida por el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur), busca rescatar sus costumbres ancestrales y el aprovechamiento sostenible de un territorio de 9 hectáreas de bosque amazónico, con un enfoque de inclusión económica y social de la población.
La comunidad Shampuyacu se encuentra en la zona de influencia del
Bosque de Protección Alto Mayo, importante área natural protegida por el Estado que garantiza el aprovisionamiento de agua para el consumo humano, agrícola e industrial en el valle del Alto Mayo, importante productor de café y cacao, entre otros cultivos.
Con el apoyo de la ONG Conservación Internacional Perú, la Federación Regional Awajún del Alto Mayo y el Gobierno Regional de San Martín, el proyecto nació con el objetivo de mejorar las labores de reforestación forestal e implementar viveros comunitarios. A la fecha se han instalado cuatro viveros comunitarios para la producción de plantones de especies endémicas, a fin de restaurar la vegetación ribereña, y la conversión de cafetales a sistemas agroforestales, así como la producción de plantas medicinales.
Herencia cultural ancestral
Gracias a este proyecto, las mujeres pueden cultivar diversas plantas para tratar sus afecciones. Esta iniciativa les ha permitido también incrementar su conocimiento sobre hierbas tradicionales y recuperar tradiciones ancestrales.
“Nuestros abuelos siempre han vivido en armonia con el bosque. Tenían frutas, animales y pescado en gran variedad. Es decir, no necesitábamos de un mercado, temíamos todo aquí. Así eran nuestros abuelos que nunca se enfermaban porque comían de la naturaleza“, afirma Margarita Cumbia, una de las pobladoras awajún participantes del proyecto.
El esfuerzo por recuperar su patrimonio natural ha permitido que, actualmente, logren sembrar 40 variedades de yuca y el sueño de estas valerosas mujeres es que sus hijos, llamados “Uchis” en lengua awajún, no pierdan su herencia cultural.
Por ello, las niñas y los niños aprenden exclusivamente en su lengua materna hasta los 5 o 6 años y recién desde esa edad pueden aprender castellano. De esa manera, se logra que ellos conserven su cultura.
De esta manera, el proyecto “Bosque de las Nuwas” revela los invalorables beneficios del trabajo articulado entre comunidades nativas, autoridades, organizaciones no gubernamentales e instituciones públicas y privadas, que permiten la conservación y el aprovechamiento sostenible de la Amazonía, así como la preservación de la cultura y conocimientos ancestrales de los pueblos indígenas.
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