Ya se encuentran listas las 1,200 casullas que el Arzobispado de Lima mandó a confeccionar para los sacerdotes que acompañarán al Papa Francisco en la misa a realizarse este domingo 21 de enero en la base aérea Las Palmas, distrito de Surco.
“Nos hemos demorado tres meses. El viernes se terminó de confeccionar.
Todo está listo”, dijo a la
Agencia Andina la hermana Sandra Torres, encargada de talleres San José, en el distrito de Jesús María.
“
Las casullas son de color perla porque el 21 de enero, cuando se celebre
la misa en Las Palmas, será la fiesta de Santa Inés, que es una mártir de la iglesia de los primeros siglos y se le vincula con la pureza”, puntualizó.
No obstante, hay otros colores litúrgicos para otras épocas del año: el verde para el tiempo ordinario; el rojo para fiestas realizadas en honor a mártires; el morado para Adviento o Cuaresma. El perla o blanco es para fiestas marianas o Navidad.
Las casullas que se lucirán en la
misa en Las Palmas llevan en el pecho
lleva una cruz eucarística, que asemeja a una custodia y en su centro está la hostia consagrada.
La hermana Sandra detalló que se trata del "mayor trabajo" realizado por la empresa en sus 30 años de existencia. A las 1, 200 casullas se suman 100 albas que serán usadas por los obispos .
“Antes de este pedido, el más grande que habíamos tenido fue el que hicimos para la visita del Papa en Cuba. Fueron 260 casullas y estolas”.
500 copones de bronce
César García Quispe, jefe de producción del taller de orfebrería, indicó que ya se encuentran listos también los 500 copones encomendados.
“Somos seis las personas encargadas de su confección. Se distribuyen en distintas tareas: soldado, torno, pulido y bañado. Nos hemos demorado dos meses en hacer todo”, manifestó.
Indicó que lo más difícil fue el diseño de la cruz que lleva el copón en la parte superior. Debajo de la copa se deja leer la inscripción: Unidos por la esperanza. Santa Misa. Lima 21 de enero de 2018.
“Los 500 copones han sido hechos en bronce y bañados en níquel. Hemos hecho también 10 copones que han sido bañados en plata”, dijo García al añadir que este trabajo lo ha convertido en el hombre más feliz del mundo porque será usado por el Papa.
Por su parte, la hermana Sandra dijo sentirse muy contenta por el trabajo realizado y por el equipo que la ha acompañado durante estos días de trabajo arduo para terminar todo a tiempo.
“Estamos muy contentos y orgullosos por la confianza que el arzobispado ha tenido en nosotros. Nos ha llenado el corazón de alegría. Ha sido enorme el compromiso que cada trabajador ha tenido con este encargo. Han sido meses de mucho trabajo”, comentó emocionada.