Más de 1,500 pescadores artesanales y sus familias serían los primeros afectados directamente por el derrame de petróleo ocurrido reciente en Ventanilla y que, como una marea negra, se extiende hacia el norte, previó el presidente del Comité para el Manejo Sustentable del Calamar Gigante del Pacífico Sur (Calamasur), Alfonso Miranda Eyzaguirre.
“Hay un daño económico para esas familias que viven día a día de sus actividades de pesca artesanal”, declaró a la Agencia Andina.
Cabe mencionar que Calamasur es una organización que reúne a industriales, pescadores artesanales y a representantes de la academia.
El pasado 15 de enero se reportó un derrame de crudo en el mar de Ventanilla, de la refinería La Pampilla, operada por la empresa Repsol.
Mayor gravedad
“Vemos con mucha preocupación lo sucedido, probablemente sea en el ámbito marino, el accidente más grave registrado. Si bien todavía no se puede determinar la magnitud total de su impacto, queda claro que no es un ligero derrame, ni solo un incidente, se trata de un problema serio”, aseveró.
Considera que el impacto negativo de este derrame se observará por varios años. “Solo esperamos que sus efectos no sean permanentes en la forma de subsistencia de los pescadores que están en esos 15 kilómetros de las playas afectadas”, dijo.
En este caso, también se refirió a la acuicultura artesanal que se desarrolla en el Callao. “Ojalá que su impacto no sea duradero”.
Impacto real
Miranda comentó que en este tipo de accidentes el impacto real del derrame recién se podrá conocer en unas semanas.
“Inclusive su efecto podría salirse de control de no tomarse las acciones que correspondan”, dijo.
En este caso, recomendó a las autoridades actuar con mucha prudencia y escuchar a los pescadores artesanales, que tienen mucho que decir frente a lo sucedido con este derrame de petróleo.
“Quisiera ver quién va a responder por el sustento de esas familias que se quedarán sin un ingreso a partir de este momento”, comentó.
Responsabilidad
Afirmó que el Estado peruano tiene que encontrar los mecanismos necesarios para poder asegurarse el resarcimiento del daño real que se ha ocasionado. "Ello, en la magnitud del daño generado”.
Aclaró que además de los pescadores artesanales también hay otras actividades económicas afectadas por el derrame de petróleo como el turismo y otras actividades recreativas que son fuentes de empleo.
“Tiene que haber los mecanismos necesarios para garantizar el resarcimiento por el tiempo que dure la inhabilitación de esta zona para la actividad pesquera, acuícolas y recreacionales”, comentó.
Plan de contingencia
Sobre los planes de contingencia que se deben tener para estos casos, dijo que el Ministerio de Energía y Minas y el Ministerio del Ambiente, deben explicar en qué consistían los planes de la refinería La Pampilla para haberse aprobado sus operaciones.
“Sobre todo considerando que se trata de una actividad de alto riesgo en una zona tan sensible”, aseveró.
Mientras no se pueda garantizar que una operación no va a repetir un daño generado sobre el ecosistema, no debería permitirse el reinicio de sus actividades, enfatizó Miranda.
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(FIN) SDD/JJN