Los usos tradicionales de la hoja de coca se mantienen y se extienden por todo el Perú, lo que revela que existe un importante nicho de mercado para el producto que es valorado, respetado y protegido por el Estado, afirmó hoy el presidente ejecutivo de la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida), Rubén Vargas.
Según un estudio elaborado por
Devida y el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), con el apoyo de la Unión Europea en Perú, al 2019 cerca de seis millones de peruanos consumieron 11.712 toneladas hoja de coca, lo que representa un incremento del 30 % respecto al 2003, cuando 4.6 millones de peruanos consumían alrededor de 8.7 t.
En las zonas rurales, en tanto, la población que adquiere hoja de coca para fines tradicionales cuenta con el nivel educativo primaria (44.5 %), mientras que en el área urbana el consumo prima entre personas con nivel educativo de secundaria (35.6 %).
Principales razones
Asimismo, el estudio señala que las principales razones por las que los consumidores tradicionales adquieren la hoja de coca en Perú son los siguientes: el mascado/picchado, (41.6 %), la curación (29.2 %), para invitar a peones o jornaleros (24.6 %), para ceremonias como velorios, misas y Día de los Muertos (22.5 %), para fiestas costumbristas (10.7 %), entre otras.
Nicho de mercado
Para Rubén Vargas,
el estudio elaborado por Devida y el INEI demuestra que, lejos de desaparecer los usos tradicionales de la hoja de coca, estos se mantienen y se extienden por todo el Perú.
“Existe un importante nicho de mercado para la hoja de coca en el Perú, la cual valoramos, respetamos y protegemos porque constituye Patrimonio Cultural de la Nación. Con esa misma firmeza combatimos cuando la hoja de coca es pisoteada para transformarla ilegalmente en cocaína”, subrayó.
Sostuvo que el estudio obedece a la permanente preocupación del Gobierno para coadyuvar en la modernización del sistema de comercialización de la hoja de coca. “Sin justificación alguna, la reforma del sistema de comercialización de la hoja en el Perú para fines tradicionales e industriales fue continuamente relegada por las anteriores gestiones de Devida y de los gobiernos de turno", enfatizó.
Hoja de ruta
Vargas indicó que "los más perjudicados son los pequeños productores de hoja de coca, que terminan siendo sometidos a una economía informal, que no les garantiza la seguridad socioeconómica que merecen. Luchar contra el narcotráfico también es defender al cocalero que provee para el consumo tradicional”.
Resaltó que el informe es solo el punto de partida de un importante proceso de reforma del sistema de comercialización de la hoja de coca para fines tradicionales e industriales.
“Por encargo de la Presidencia del Consejo de Ministros venimos contribuyendo en el diseño de una hoja de ruta que siente las bases de un nuevo modelo de comercialización de la hoja de coca, adaptado a la economía de mercado y que garantice el adecuado suministro de la hoja de coca a sus millones de consumidores”, puntualizó.
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(FIN) NDP/JOT