El Instituto Nacional Penitenciario (Inpe), mediante acciones conjuntas con las Oficinas Regionales, inició el fortalecimiento del sistema de prevención, control, diagnóstico y contención ante un posible rebrote y propagación del covid-19, dado el hacinamiento existente en los penales del país.
Estas medidas de bioseguridad sanitaria comprenden la entrega de equipos de protección (mascarillas, guantes y mandiles) para los servidores penitenciarios de los recintos carcelarios, así como mascarillas para los internos y artículos de desinfección para las jornadas de limpieza, como detergente y lejía.
En los penales a nivel nacional, se continúan efectuando trabajos de aseo, limpieza, fumigación y desinfección integral en las instalaciones y todos los ambientes, como pabellones, cuadras y puestos de vigilancia, bajo procedimientos de seguridad y efectividad que reducirán los riesgos de contagio.
Además, se viene realizando el tamizaje masivo con la prueba rápida Covid-19 a la población penal y también a servidores y servidoras del Inpe, acción que es coordinada, supervisada y monitoreada por la sub dirección de salud penitenciaria.
En cada penal se cuenta con ambientes de aislamiento en caso de presentarse algún nuevo caso de esta enfermedad, así también el personal de salud continua con la supervisión y monitoreo de los adultos mayores y de internos que tienen enfermedades crónicas.
En los establecimientos penitenciarios que corresponden a cada Oficina Regional, se activan diariamente los protocolos de bioseguridad a todo el personal que ingresa y que consta de lavado de manos, limpieza de zapatos, revisión médica (temperatura y presión arterial).
Estas acciones que se han fortalecido buscan asegurar la salubridad de los penales, mejorar sus condiciones y enfrentar cualquier riesgo en la población penitenciaria.
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