El agua que consume Lima Metropolitana tiene un contenido de metales que se encuentra muy por debajo de los límites permisibles, según los análisis de Sedapal incluidos en el último informe ambiental del INEI, y por lo tanto no atenta contra la salud.
Lima, may. 28 (ANDINA).- El agua que consume Lima Metropolitana tiene un contenido de metales que se encuentra muy por debajo de los límites permisibles, según los análisis de Sedapal incluidos en el último informe ambiental del INEI, y por lo tanto no atenta contra la salud.
En el último reporte referido a marzo, la presencia de plomo, cadmio, aluminio, hierro y nitratos muestra niveles muy inferiores a los límites permisibles, según los análisis permanentes que realiza Sedapal en sus plantas 1 y 2.
La calidad del agua, además, es un valor que resguardan organismos nacionales y también internacionales como la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Oficina Panamericana de la Salud (OPS) y el Centro Panamericano de Ingeniería Sanitaria y Ciencias del Ambiente.
Las concentraciones altas de plomo afectan principalmente a los niños causando retrasos en el desarrollo, problemas de aprendizaje, transtornos de la conducta, alteraciones del lenguaje y la capacidad auditiva, anemia, vómitos y dolor abdominal recurrente.
El contenido excesivo de cadmio causa irritaciones agudas de estómago que se complican con vómitos y diarreas, descalcificación de los huesos y en dosis mayores puede causar la muerte.
Los niveles altos de aluminio dañan directamente al sistema nervioso central, pueden conducir a la demencia, así como generar pérdida de memoria, apatía y temblores severos.
Especialmente peligrosos son los niveles altos de nitratos que pueden indicar la presencia de otros cotaminantes como microorganismos y pesticidas.
Los nitratos dan un sabor desagradable al agua y pueden causar alteraciones fisiológicas, y producir efectos tóxicos como cianosis (coloración azulina de la piel o de las membranas mucosas) como efecto de una deficiencia de oxigenación.
La presencia excesiva de hierro anula el efecto de desinfección del cloro dejando al agua sin protección y además le da sabor desagradable, una coloración rojiza como de óxido y dificulta el lavado produciendo manchas.
(FIN) ACS/RES