Un total de 550 eventos sísmicos reportó en lo que va del año el Centro Sismológico Nacional (Censis) del Instituto Geofísico del Perú (IGP) y el más significativo ocurrió el 26 de mayo, a las 2:41 horas, con epicentro en Loreto y una magnitud de 8.
Enero, febrero y mayo fueron los meses con mayor número de eventos (61, 60 y 71, respectivamente), mientras que julio y noviembre, los de menor número (22 sismos cada uno).
Entre los eventos más relevantes del año se encuentra el
sismo de Palpa, región Ica, que ocurrió en enero y tuvo una magnitud 6 y una profundidad de 50 kilómetros por debajo de la línea costera.
Le siguieron tres sismos que fueron reportados por el
IGP por la madrugada del 22 de febrero. El primero ocurrió en Loreto, de magnitud 7.7 y una profundidad de 113 kilómetros; el segundo, en Tumbes (5.7); y el tercero en Ucayali (4.6).
La noche del 27 de mayo se reportaron dos sismos: uno en Lima (4.8) con epicentro en el océano Pacífico a 67 kilómetros al suroeste del Callao y a una profundidad de 32 kilómetros y otro frente a la costa de Arequipa (4.9), su epicentro se ubicó en el océano Pacífico a 63 kilómetros al suroeste de Caravelí y a una profundidad de 24 kilómetros.
Más estaciones
El presidente ejecutivo del IGP, Hernando Tavera, aclaró que este aumento de sismos en los últimos años se debe al mayor número de estaciones sísmicas que se han instalado en todo el Perú, las cuales han permitido mejorar los niveles de monitoreo y detección.
“No es que hoy en día ocurran más sismos que en años anteriores; sucede que el IGP trabaja a la vanguardia de la tecnología y ha logrado modernizar su Centro Sismológico Nacional, el cual registra datos en tiempo real y esto nos permite detectar los sismos hasta en lugares remotos”, explicó.
“Cada día se registran de entre 15 a 20 sismos en el país y de ellos solo 1 o 2 son percibidos por la población”, señaló.
Reportes sísmicos
Resaltó que el IGP ha logrado mejorar el sistema de monitoreo sísmico en el Perú. En la actualidad se cuenta con una red sísmica integrada por 70 estaciones que permiten recolectar datos y calcular los parámetros del sismo en tiempo mínimo.
Asimismo, una red de 200 acelerómetros que nos permite conocer los niveles del sacudimiento del suelo y una red geodésica con más de 150 puntos de monitoreo para conocer el movimiento de las placas o la deformación que sufre la corteza previo a los eventos sísmicos.
En un informe de sismos reportados por año que está publicado en la web del IGP se puede comparar que en los últimos cinco años hay un incremento importante de reportes sísmicos.
Así, en 2015 se reportaron 277 eventos sísmicos; en el 2016, 413 sismos; en el 2017, 397 sismos, mientras que en el 2018 el IGP reportó 619 sismos y, por último, hasta la fecha se han contabilizado 550 sismos.
Tavera aclaró que este incremento reportado no es un indicativo de nada. “Somos un país sísmico por excelencia y los sismos tienen que ocurrir”, aseveró.
Ello es una clara muestra de que gracias a la implementación de instrumentos geofísicos, desarrollo tecnológico y de las comunicaciones y otras mejoras realizadas el IGP ha reforzado su equipamiento para continuar divulgando información confiable y fidedigna a la población.
“La modernización del Censis nos coloca al mismo nivel de países tan desarrollados en el tema de sismos como México o Chile”, agregó.
No causan los desastres
El especialista remarcó que un sismo de gran magnitud ocurrirá en cualquier momento y aclaró que estos no son los causantes de los desastres. Los sismos solo sacuden el suelo con mayor o menor intensidad, el problema está en las construcciones de las viviendas que no son capaces de soportar los movimientos del suelo.
Tavera exhortó a la población a tomar con mayor seriedad el tema de la preparación y la cultura de prevención. Manifestó que mientras se siga monitoreando los sismos en todas las regiones se continuará haciendo ciencia que nos ayude a entender cómo se desarrollan los peligros geofísicos en el Perú.
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(FIN) NDP/JOT
Publicado: 23/12/2019