Lima, jul. 03 (ANDINA).- Cada siete días muere en Lima una mujer asesinada por su pareja debido a problemas de celos, infidelidad o negación sexual, hechos que en el fondo constituyen violencia de género, denunció hoy el movimiento Flora Tristán.
Lima, jul. 03 (ANDINA).- Cada siete días muere en Lima una mujer asesinada por su pareja debido a problemas de celos, infidelidad o negación sexual, hechos que en el fondo constituyen violencia de género, denunció hoy el movimiento Flora Tristán.
Un reporte de los casos de “feminicidio”, es decir el crimen directamente ejercido contra las mujeres, revela que entre enero y el 20 junio de este año 30 mujeres fueron asesinadas por sus esposos, convivientes e incluso ex parejas.
Además, se conoció seis casos adicionales en los que la víctima, con la ayuda de algún familiar, vecino o policía, logró librarse de la muerte, aunque los datos consignados en el registro confirmaban una intención del agresor de asesinarlas.
La mayoría de las víctimas tiene entre 17 y 34 años, el ámbito de la agresión es generalmente la casa de ambos y las razones usualmente expresadas por los agresores son celos (43%), infidelidad (10%) y negación sexual (10%).
Otra razón que aducen los agresores es la negativa de la mujer a acceder a sus pedidos (13%), por ejemplo continuar una relación afectiva, tener la tutela de los menores, proveerles dinero u obligarles a abandonar el trabajo.
La socióloga Liz Meléndez, del programa de Derechos Humanos de Flora Tristán, informó que de febrero del 2003 a marzo del 2004 se registraron 146 muertes de mujeres por esos hechos, y anotó que con el paso de los años las cifras se mantienen o aumentan, en lugar de bajar.
“Viendo el antecedente de estas personas nos damos cuenta que el asesinato es el último peldaño de una cadena de agresiones físicas previas. La mujer es atacada por el agresor simplemente por ser mujer, porque creen que ellas no deciden ni tienen voz”, expresó en diálogo con Andina.
Al analizar cada uno de los casos, agregó, vemos que los esposos, convivientes o enamorados “no aceptan” que las mujeres los abandonen, que no los quieran o que tengan progresos económicos.
Meléndez expresó su preocupación por las secuelas psicológicas que dejan las agresiones intrafamiliares en los hijos, quienes –recalcó- observan la violencia desde pequeños y creen que todo ello es normal.
Indicó que la cantidad de muertes de mujeres en la primera mitad de este año podría ser mayor, ya que existen muchos casos que no son denunciados o simplemente no son descubiertos.
La socióloga de Flora Tristán advirtió que dos ciudades de Latinoamérica donde también son altos los asesinatos de mujeres por parte de sus cónyuges son Juárez y Chihuahua, en México, donde el nuevo rol económico que viene adoptando la mujer está creando conflictos de género.
(FIN) RRC/MAM
Publicado: 3/7/2005