El estrabismo (ojo desviado) es una condición en la cual los ojos han perdido su alineamiento y su paralelismo en los movimientos, es decir, que mientras un ojo dirige la mirada a un objeto, el otro se desvía hacia una dirección diferente.
Según la especialista en oftalmopediatría, Fabiola Quezada Baltodano, esta condición puede ser congénita o desarrollarse en cualquier momento de la vida debido a diferentes causas, como medidas altas de miopía, traumas cefálicos, enfermedades degenerativas –como la diabetes o la hipertensión arterial–, enfermedades de la tiroides, tumores cerebrales o por alguna alteración neurológica.
“Hasta los seis meses de vida es normal que un bebé, en ciertos momentos, pierda el equilibrio en su mirada, pero si esta situación persiste, hay que sospechar de una anormalidad”, indicó la especialista de Oftalmosalud.
En ese sentido explicó que el estrabismo en niños pequeños debe ser tratado en forma inmediata, pues al no hacerlo se altera el aprendizaje visual tridimensional y puede dar lugar al ‘ojo perezoso’, que, de no ser atendido, se vuelve irreversible y afecta la visión normal y sana.
Asimismo, explicó que los síntomas en niños pequeños son el frotamiento o guiño de los ojitos, la desviación de uno o de ambos ojitos en forma permanente o intermitente, giros anormales de la cabeza para fijar objetos, entre otros.
En el caso de los adultos generalmente está desviación está acompañada de visión doble.
Actualmente, existen múltiples tratamientos para el estrabismo, desde el uso de prismas, la inyección de fármacos en los músculos extraoculares, corrección quirúrgica de los músculos extraoculares, logrando con estas el alineamiento y la mejora de los síntomas de los pacientes.
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(FIN) NDP/ART
Publicado: 21/7/2019