Esther Chávez partió de este mundo hoy, en la ciudad de Miami, sumiendo en honda tristeza a la comunidad actoral nacional.
La actriz trabajó de manera ininterrumpida por 50 años en escena, donde su presencia y carácter interpretativo la distinguieron siempre.
La artista falleció víctima de un infarto, en el hospital Mercy en la ciudad de Miami.
Se inició en la actuación en 1959, en producciones como “El derecho de nacer”, de Félix B. Caignet, “Carmín”; “Matalaché”; “Isabella, mujer enamorada”; incluso viajó a Argentina para grabar “Más allá del horizonte”.
En teatro: “Ña Catita”, de Manuel Asencio Segura, dirigida por Sergio Arrau, en 1963 y 2004; “La Tuerca”, en 1985; “Reina por un día”, en 1980; “Doña Flor y sus dos maridos”, en 1983, por mencionar algunas.
La actriz afroperuana logró emigrar y ubicarse en el mercado internacional trabajando al lado de actores de la talla de Osvaldo Laport y Grecia Colmenares, Ethan Wayne y Gina Lollobrigida, entre otros.
Recibió un reconocimiento del Congreso de la República y tuvo la gran satisfacción de ser distinguida por Afrocine Peruano y el Centro Cultural Español, por su 50 años de trayectoria; además, su retrato fue desvelado en el Museo Nacional Afroperuano.
En el 2010 publicó sus memorias en un libro titulado “La morena de abajo el puente” y al año siguiente actuó por primera vez para el público de Miami.
Su regreso a las tablas lo hace junto a su hija, Ivette Kellems, invitada a protagonizar la comedia "Ñaque o de piojos y actores", bajo el mando del director cubano José Manuel Domínguez, la cual se presentó en el festival TEMFest 2011.
Su último trabajo actoral lo hizo en Microteatro en la ciudad de Miami con la obra “Nos matamos”, de Julie De Grandy, dirigida por hija Ivette.
Los restos de la primera actriz serán velados el domingo 25 de noviembre en Miami, luego serán cremados. Sus cenizas serán trasladadas a Lima, donde se celebrará una misa.
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(FIN) CFS/CFS
GRM
Publicado: 19/11/2018