Piura
El recorrido por la segunda urbe más poblada del Perú y principal centro comercial, administrativo y de servicios de la región Piura empieza en su Plaza de Armas. Rodeada de tamarindos sembrados hace más de un siglo, en el centro se encuentra la “Estatua de la Libertad”, popularmente conocida como “La Pola”, que constituye una alegoría de la libertad y fue obsequiada por el presidente José Balta, en 1870.
Ubicada en la calle Huancavelica 362, esta iglesia fue construida en 1588 bajo la advocación de la Virgen de la Asunción y de San Miguel Arcángel. En su interior conserva un retablo churrigueresco de la Virgen de Fátima tallado en cedro de Nicaragua y cubierto con pan de oro que es considerado uno de los primeros en el Perú. El altar mayor fue reconstruido luego del terremoto que azotó Piura, en 1912, por el escultor español Julián Alagua y está inspirado en el estilo plateresco.
La Casa Museo del almirante Miguel Grau Seminario se encuentra en el jirón Tacna 662. Allí nació y vivió el héroe de la Guerra del Pacífico al inmolarse en el combate de Angamos, el 8 de octubre de 1879. Es una de las construcciones de quincha y adobe mejor conservadas de finales de siglo XVIII. En su interior se puede apreciar el zaguán, así como amplias habitaciones y la huerta con la arquitectura de esa época. La vivienda se compone de seis salas permanentes y tres salas temporales.
Fue convertida en museo en 1978. Conserva tesoros familiares del héroe, así como fotografías, cartas, diplomas y documentos. Destacan también el huerto, la habitación de Miguel Grau, su cuna de recién nacido y la réplica del monitor Huáscar.
Además de la ciudad de Piura y su centro histórico, se puede visitar las localidades de Catacaos y Chulucanas, célebres por sus artesanías en fibras vegetales, alfarería y filigrana. La cerámica de Chulucanas trascendió y se convirtió en producto bandera. En la sierra piurana aún se conserva el tejido de telar de cintura con el que se elaboran alforjas y fajas principalmente. En el litoral, elaboran productos con algodón y recursos acuícolas. Tallados de madera dura y decorados con dichos populares, son otros productos atractivos para el visitante.
Otros lugares de impactante belleza son Ayabaca y Canchaque. En Ayabaca se encuentra el Santuario del Señor Cautivo, patrono de la ciudad y la provincia, que es venerado por fieles nacionales e internacionales. A 2 kilómetros de la ciudad se encuentra el Mirador del Cerro Yantuma, desde el cual se aprecia a lo lejos el Bosque de Cuyas y valles aledaños.
El Bosque de Cuyas, ubicado a 25 minutos desde el centro de la ciudad, ofrece al visitante una diversidad biológica propia del bosque de neblina como las orquídeas y bromelias. En este espacio cohabitan más de 100 especies de animales, entre ellos la pava barbada o de monte, el búho, el puma, el venado, entre otros.
Otro de los atractivos más importantes de la provincia de Ayabaca es la fortaleza de Aypate, ubicada a 45 kilómetros al sur de la ciudad, única edificación inca construida en piedra que aún se conserva en el extremo norte peruano. Asimismo, es un centro muy importante por el que atraviesa el Qhapaq Ñan o Camino Inca, declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad.
Por su parte, en Canchaque se ubican las Peroles de Mishahuaca, las mismas que han sido formadas por la erosión del agua. Asimismo, existe el mirador del cerro Huayanay, que ofrece una vista panorámica de la ciudad. En su cima se ha construido una pequeña capilla que en su interior tiene la cruz de Huayanay.
Una localidad tradicional que forma parte de este circuito es Palambla, conocida por la elaboración de panes artesanales y que son distribuidos en las principales panaderías de la ciudad. También se puede visitar la Iglesia de la Virgen de Agua Santa.
La costa de Piura es privilegiada en playas de ensueño como Colán, Cabo Blanco, Máncora, Lobitos, Los Órganos y Sechura, donde además de disfrutar del reconfortante descanso tomando sol y bañándose en su cálido mar, se puede practicar diversas actividades náuticas y avistar ballenas jorobadas en esta época del año. Para los amantes del ecoturismo existen áreas naturales como el Parque Nacional Cerros de Amotape, que cuenta con extraordinaria y singular biodiversidad.
Quienes se sientan atraídos por el turismo místico pueden visitar las lagunas de las Huaringas, en la provincia altoandina de Huancabamba, un escenario ideal para librarse de las energías negativas y recargarse de buenas vibras.
La cocina piurana es una de las más sabrosas y variadas del Perú. Según los entendidos, el secreto de su éxito radica en la herencia culinaria ancestral, enriquecida con el mestizaje, así como la amplia gama de insumos, desde marinos y fluviales hasta campestres, que contribuyen en conjunto a generar una sazón que conquista paladares.
Entre los platos emblemáticos se encuentran el tradicional cebiche, la malarrabia, el sudado, el adobo, el seco de chabelo, el copus de chancho, la sopa de novios, el tamal verde, la cecina, los chifles, la natilla y la chicha, entre otros de irresistible sabor.
Moyobamba
Además de ser conocida como la “Ciudad de las Orquídeas”, Moyobamba es la puerta de ingreso a la Amazonía, la selva tropical más extensa del orbe. Gracias a su formidable belleza natural y crecientes emprendimientos turísticos, la capital de la región San Martín se ha convertido en los últimos años en un destino de impostergable visita al nororiente peruano.
Las actividades de ecoturismo se pueden realizar gracias al trabajo conjunto de las autoridades con las comunidades locales. Entre los sitios a conocer y disfrutar recomienda el Morro de Calzada, una colina boscosa, mirador natural y punto de observación de aves. Además, propone realizar un paseo por el serpenteante río Mayo, así como una visita al centro de orquídeas Waqanki. Este lugar permite no solo admirar la belleza de estas enigmáticas flores sino también una variedad importante de colibríes, pequeñas aves que revolotean armoniosamente y colaboran decididamente en su reproducción.
De Moyobamba se relieva su encantadora Plaza de Armas, adornada de flores, y el café de gran calidad que se expende en tiendas y restaurantes de sus alrededores, que además ofrecen potajes embajadores de la gastronomía amazónica, como el juane y el bagre a la parrilla.
Iquitos
Es la ciudad más grande de la Amazonía peruana, y tal vez del mundo, a la que no se puede llegar por carretera, solo por vía aérea y fluvial. Pero esta metrópoli capital de la región Loreto tiene un encanto que solo se explica por el magnetismo de la jungla que la rodea y su intrínseca biodiversidad, así como su cosmopolita y hospitalaria población, y su sabrosa gastronomía.
Los mejores lugares de interés de esta ciudad son su Plaza de Armas, su Iglesia Matriz, la Casa de Fierro, el Malecón que permite apreciar al imponente río Amazonas, el más caudaloso del planeta, así como la iglesia San Juan Bautista; el Museo de las Culturas Indígenas Amazónicas y el Museo del Barco Ayapua que exhibe pasajes de la época de explotación del caucho.
Amazonas
La ciudadela fortificada de Kuélap es actualmente el principal atractivo turístico de la región Amazonas y sigue cosechando reconocimientos a escala internacional.
Esta fortaleza construida íntegramente con piedras, entre los siglos XI y XVI d.C., constituye la mayor herencia material de la cultura Chachapoyas. Está localizada en la cima del cerro Barreta, en la parte alta del valle del río Utcubamba, en la provincia de Luya, a poco más de 70 kilómetros al suroeste de la ciudad de Chachapoyas.
Este complejo posee una arquitectura circular que se extiende a lo largo de casi 600 metros y tiene como perímetro una muralla que en algunos puntos alcanza los 19 metros de altura. Existen tres entradas que permiten acceder al corazón de la fortaleza. En una de ellas los pasadizos van estrechándose hasta impedir que pase más de una persona a la vez, lo que facilitó la defensa de sus antiguos habitantes.
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Desde marzo del 2017 se puede llegar con mayor facilidad a la ciudadela de Kuélap gracias al teleférico, el primero que opera en el Perú, reduciendo el tiempo de traslado, a pie en aproximadamente tres horas por una trocha de 32 kilómetros, a solo 20 minutos.
Gracias al teleférico y el incremento de vuelos desde Lima se ha vuelto más accesible la visita a este complejo arqueológico cuya construcción, hecha por la civilización Chachapoya, es más antigua que Machu Picchu. Por ello, hoy en día se encuentra en los planes de muchos viajeros nacionales y extranjeros.
Además de esta imponente construcción prehispánica destacan como atractivos emblemáticos la catarata de Gocta, los sarcófagos de Karajía, la caverna de Quiocta, el museo de Leymebamba, que concitan un creciente interés y visitas tanto de turistas peruanos como de diversos países.