En lo que va del año, el programa "Basura que no es basura" logró recolectar 216 toneladas de residuos inorgánicos en el distrito de Miraflores, reduciendo de esta manera el impacto de las actividades humanas en el ambiente.
Está iniciativa de la comuna miraflorina cuenta con más de 10,000 participantes, quienes con su compromiso y participación han contribuido con la recuperación de residuos inorgánicos reciclables como plástico, papel, vidrio y latas de aluminio.
El reciclaje es una actividad importante para combatir el cambio climático porque se reducen los gases contaminantes; se ahorra agua, energía y materias primas. A la fecha, Miraflores ha reducido las emisiones de CO2eq (gases de efecto invernadero) en 128 toneladas.
Día Mundial del reciclaje
En el Día Mundial del Reciclaje, que se celebra cada 17 de mayo, la Subgerencia de Desarrollo Ambiental de Miraflores informó que participará en el mercado itinerante que todos los miércoles ofrece productos saludables y de decoración en el parque El Faro, que en esta fecha especial dará descuentos por cada kilo de reciclaje que las personas lleven al momento de realizar su compra.
Asimismo, para los más pequeños se dictará un taller de Cuentacuentos y ReciclArte en el que aprenderán sobre el cuidado del planeta de una manera lúdica, a través de cuentos ambientales y la elaboración de manualidades con material reciclado. Además, se premiará al vecino que recicla de forma continua e ininterrumpida, por el esfuerzo y compromiso con el cuidado del ambiente.
Está conmemoración constituye una gran oportunidad para recordar la estrategia de reducir, reutilizar y reciclar, que busca reorientar el comportamiento de todos los ciudadanos para evitar el deterioro del ambiente.
El municipio invita a todos los vecinos a que se contacten con el programa Basura que no es basura al 617-7173, línea donde pueden solicitar capacitaciones virtuales y/o presenciales e inscribirse al programa para recibir inmediatamente su kit de reciclaje.
El reciclaje es el proceso por el cual un producto ya utilizado, en principio considerado como residuo, es usado como materia prima para la elaboración de un producto nuevo, disminuyendo así el impacto ambiental de nuestros hábitos de consumo.