Por Rodolfo EspinalA continuación compartimos la columna Punto de Penal, publicada en el Diario Oficial El Peruano con ocasión del Mundial Catar 2022.
Los primeros partidos de Catar 2022 pueden resumirse en dos bombazos: Los triunfos de Arabia Saudita contra Argentina y el de Japón sobre Alemania.
Para darle mayor valor a su hazaña, remontaron sus partidos con merecimiento y tumbaron a dos selecciones que juntas han ganado seis campeonatos del mundo.
Otros dos equipos, Túnez y Marruecos, mirados por debajo del hombro, empataron con Dinamarca y Croacia, cuadros europeos con ambiciones de integrar la realeza en Catar 2022.
¿Qué ha pasado? Estos equipos lo jugaron como la final del mundial.
Respetan, no temen a sus encopetados rivales. Tanto los respetan que los estudian molécula por molécula, y juegan el partido, como si su vida dependiera de un gol.
Y esos triunfos, cuando los tercermundistas celebran ante los poderosos, son un poema a los menospreciados, una recompensa al humilde. Es la victoria del corazón y del músculo entregado a las más sublimes causas.
En el papel eran los invitados de sobra en el baile del Mundial. Sin embargo, fueron el alma de la fiesta y se robaron el suspiro de la chica más linda. ¡Qué hermoso es el fútbol!
Arabia Saudita y Japón han cautivado al mundo y dado esperanza a los equipos rotulados a priori como perdedores. Su gesta será recordada por muchas generaciones en sus países. Han hecho historia más allá de sus próximos resultados en Catar. Lograron lo impensado. ¡Lo lograron!
Deberíamos mirarlos más a menudo. Y seguir su ejemplo.
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(FIN) RES
Publicado: 25/11/2022