España inició el Mundial de Catar brillando, pero fue apagándose con el paso de los partidos hasta su dura salida el martes ante Marruecos, atascada en un sinfín de pases pero sin profundidad ni acierto rematador.
La Roja, que había ilusionado con su espectacular 7-0 a Costa Rica y un juego que bordó la perfección, se fue desinflando ante Alemania (1-1) y Japón, contra el que perdió 2-1 en diez minutos "de colapso", que pudieron costar la clasificación a octavos.
El martes, la máquina española terminó de gripar ante la ordenada defensa marroquí que desarboló el juego de toque de España, incapaz de encontrar los resquicios para llegar a la portería de Bono, imperial en la tanda de penales (0-0, 3-0 en la tanda de penales).
"Decía Luis Enrique que España había dominado y desde el punto de vista de la ocupación del campo enemigo y de la posesión tenía razón, pero no podemos afirmar que allí se estuviera jugando a lo que quería España, sino más bien a lo que quería Marruecos", afirmó este miércoles el presidente de honor del diario As, Alfredo Relaño en su columna.
Nos ha faltado el gol
España ha llevado el peso del encuentro en todos sus partidos. La posesión, más de un 80%, ha sido la característica de la Roja, a la que, sin embargo, le ha faltado mordiente en esta competición.
"Si algo hemos hecho es dominar. Nos ha faltado el gol", dijo el seleccionador español, Luis Enrique Martínez, después del partido contra Marruecos, aunque su frase resume el recorrido español en los tres últimos encuentros del Mundial.
Desde los siete goles ante la inoperante Costa Rica, España sólo ha logrado hacer dos tantos ante Alemania y Japón y falló tres penales en la tanda contra Marruecos.
"Dominio estéril y sin pegada... ni de penalti", tituló este miércoles su columna en el diario Sport el exjugador español 'Pichi' Alonso. Luis Enrique llegó a Catar con un único delantero centro puro en el equipo, Álvaro Morata, al que frente a Marruecos sacó mediado el partido, junto con Nico Williams para tratar de llegar por las bandas y meter balones al área.
Un recurso para tratar de desatascar el encuentro que no funcionó para evitar el varapalo que supone la caída en octavos por segundo Mundial consecutivo tras Rusia-2018.
"KO Mundial", "El Mundial nos viene grande", "Sanseacabó", "¡Vaya Palo!"... Los titulares de la prensa deportiva española se hacen eco de la desilusión del país, donde el encuentro contra Costa Rica había hecho subir las expectativas sobre las posibilidades de esta Roja.
Mirando al futuro
Una Roja para la que Catar-2022 puede ser la definitiva vuelta de página con la exitosa generación que ganó el Mundial de 2010 para dejar paso al equipo de los jóvenes Nico Williams, Gavi o Pedri.
España es "una selección en transición. Con jugadores muy jóvenes con presente y, sobre todo, mucho futuro", señaló este miércoles en su columna el director del diario Mundo Deportivo, Santi Nolla.
"Ahora lo importante es la Selección, no yo", decía, por su parte, el capitán Sergio Busquets, preguntado por su futuro internacional.
Último representante de los hombres que ganaron el título en Sudáfrica-2010, Busquets seguramente ha jugado su último gran torneo con España a la que volvió a liderar con nota en Catar, pese a fallar uno de los penales el martes.
La salida de Catar pone ahora el foco sobre el seleccionador, Luis Enrique Martínez, y su continuidad al frente de la Roja.
Luis Enrique, cuyo contrato termina con el año, no quiso renovar cuando se lo ofreció la Federación Española, posponiendo la decisión hasta después del torneo.
Después del encuentro contra Marruecos mantuvo el suspense, afirmando que "no es momento de hablar de mi futuro"."Si por mí fuera, seguiría toda mi vida, pero ese no es el caso. Tengo que pensar con tranquilidad qué es lo mejor para mí y para la selección", concluyó, remitiendo a la próxima semana.