El teletrabajo o trabajo remoto de los servidores públicos debe estar encaminado a resultados concretos dentro de cada institución y, en ese sentido, ellos podrán organizar su vida de forma autónoma y flexible, mientras cumplan con la labor solicitada, informó la Autoridad Nacional del Servicio Civil (Servir).
“Un elemento muy interesante del teletrabajo o del trabajo remoto es que nos permite apostar por una labor con resultados. En ese sentido podemos decirles a los servidores públicos que podrán organizar su vida como lo deseen mientras cumplan con el trabajo que tienen que hacer”, señaló Janeyri Boyer Carrera, presidenta ejecutiva de Servir.
Durante su participación en la Decimotercera Sesión Ordinaria [virtual] de la Comisión de Ciencia, Innovación y Tecnología, presidida por el congresista Flavio Cruz Mamani (Perú Libre), Boyer Carrera explicó que estas modalidades de trabajo pueden convertirse en una herramienta flexible porque permite compatibilizar el trabajo y la familia, la discapacidad y el trabajo, o el ahorrar costos a las entidades públicas en infraestructura, así como costos a los servidores en traslados y tiempo.
“Si algo define al trabajo remoto es la flexibilidad que requeriría como contrapartida mucha planificación y fortalecer el planeamiento en las entidades públicas para que puedan estar en condiciones de poder identificar con claridad y anticipación qué es lo que van a hacer, qué es lo que necesitan y cómo distribuyen las actividades y los productos entre sus colaboradores, y que estos puedan presentar sus productos en el tiempo asignado”, agregó.
En esa misma línea, agradeció la invitación de la mencionada comisión parlamentaria para poder opinar sobre el proyecto de Ley 1046 y colaborar en todas las mesas técnicas que se instalen para poder sacar adelante el proyecto de ley que el país necesita.
La titular de Servir estuvo acompañada por la especialista de la Gerencia de Políticas de Gestión del Servicio Civil de Servir, Gabriela Cusimayta Lobo, quien presentó los resultados del estudio realizado por dicha institución en el 2021 sobre la aplicación del trabajo remoto en el sector público, el cual concluye que el Gobierno Nacional, los gobiernos regionales y las municipalidades aplicaron el trabajo remoto en un 51.7 %, 45.7 % y en un 17.1 %, respectivamente.
Asimismo, destacó que la modalidad de trabajo no presencial trae importantes beneficios para las entidades públicas como, por ejemplo, la reducción de costos en materiales de oficina, servicio de mensajería, luz, agua e incluso en el pago de alquileres y adquisición de inmuebles. “Además, beneficia a los servidores públicos en la reducción de tiempo y costo de transporte para trasladarse a sus centros de trabajo, con lo cual tienen mayor tiempo para su vida familiar y personal”, dijo.
Por ello, comentó que para Servir se hace necesario contar con una Ley de Teletrabajo en el sector público que enfoque aspectos importantes como una gestión por resultados para mejorar la productividad de los servicios públicos o que ayude a eliminar las barreras geográficas. A ello, añadió, se suma la posibilidad de lograr un Estado más inclusivo donde las personas con movilidad reducida puedan trabajar en el sector público en igualdad de condiciones.
Con respecto al Proyecto de Ley 1046/2021-CR, sobre la Nueva Ley de Teletrabajo, indicó que Servir ha encontrado disposiciones que son concordantes con la aplicación del teletrabajo en el sector público, como es la importancia de poder pactar al inicio o durante la vigencia de la relación laboral que el teletrabajador tenga la capacidad de poder decidir el lugar donde realizará su labor, previa información de ello al empleador.
“También se coincide en las obligaciones de las entidades públicas, en el marco del teletrabajo, como es la provisión de equipos tecnológicos a sus teletrabajadores, siempre que las entidades puedan disponer de equipos; y en caso de haber limitaciones, el teletrabajador puede aportar con sus propios equipos”, señaló Cusimayta Lobo.