Ante la proximidad de la Navidad y el Año Nuevo, muchas personas detonarán diferentes tipos de pirotécnicos en la vía pública, generando inimaginables efectos negativos por los ruidos estridentes que estos ocasionan. Conoce cómo afecta a los niños y adolescentes con Trastorno del Espectro Autista (TEA).
Clemencia Vallejos, directora de Educación Básica Especial del Ministerio de Educación (Minedu), explicó que el ruido que producen los pirotécnicos pueden causar crisis nerviosas y hasta llanto en las personas con TEA, en vista que éstos perciben los sonidos con una mayor intensidad.
Para atenuar esos efectos, la funcionaria recomendó a los padres de familia de los estudiantes de los Centros de Educación Básica Especial (CEBE) y de los Programas de Intervención Temprana (PRITE) que se anticipen a los hechos para evitarles un momento traumático.
“De esta manera, mientras se les cuenta historias de Navidad o el origen de esta festividad, se les enseña a taparse los oídos y protegerse, e incluso se puede poner en sus oídos algodón o audífonos con música suave para reducir el estruendo proveniente del exterior”, explicó Vallejos.
Agregó que, para ayudarlos, los padres pueden jugar haciendo sonidos similares a los causados por los pirotécnicos y asociarlos con imágenes de Navidad como arbolitos decorados, regalos, las luces y explosiones de los fuegos artificiales.
Si el niño se pone muy nervioso durante las detonaciones, los padres deben mantener la calma y utilizar un tono de voz suave mientras le dan masajes relajantes hasta que recobren la tranquilidad.
Una vez que ha cesado el estruendo de los pirotécnicos, Vallejos sugiere animar al niño o adolescente a intentar entender los ruidos para reforzar sus pequeños logros.
“Lo mejor es armar un libro con figuras para que pinten y relacionen lo que está sucediendo en su entorno para que así puedan pasar tranquilos las fiestas”, acotó.
El sistema educativo de nuestro país atiende a cerca de 6,000 estudiantes con TEA.
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(FIN) NDP/LIT
Publicado: 20/12/2017