Su romance con los números comenzó en casa, cuando sus padres, dos aguerridos comerciantes, hacían cálculos y proyecciones de los negocios que emprenderían para sacar adelante a sus tres hijos.
Job David Zamora Rosales recuerda con mucho orgullo como sus progenitores, Job y Noemí, se las ingeniaban para dar con el negocio del momento.
“Desde que tengo uso de razón, mis padres emprendieron hasta cinco giros de negocio. Cafeterías en colegios, hemos vendido embutidos, pollo, hasta quinua con pan. Gracias a Dios, mi padre tenía la habilidad de captar e identificar un negocio”, nos cuenta este ingeniero económico de la Superintendencia Nacional de Servicios de Saneamiento (Sunass), quien fue elegido ‘Servidor Ético 2009’.
Job recuerda que su padre un día le dijo: “Tú vas a cambiar el giro. No quiero que seas como yo, quiero que estudies, voy a sudarla bien para que tengas una carrera”.
Fue así que se formó en el IEP Johannes Gutenberg de El Agustino, un colegio subsidiado por la cooperación alemana que , además de darle una buena base de conocimientos, le inculcó el valor del servicio y la solidaridad. “Siempre me gustó la parte cuantitativa, de la física, química, matemática”, cuenta. Job siempre sacaba buenas notas y era el primero en esos cursos.
Al concluir la etapa escolar, decidió ingresar a la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI), un gran reto para un adolescente de 17 años que quería cumplir el sueño de su padre. Se preparó todo un año y a la primera agarró una vacante en la Facultad económica y ciencias sociales.
El gran salto
Job siempre quiso poner en práctica todo lo aprendido. Comenzó sus prácticas en el Banco Central de Reserva del Perú (BCR) el 2004; sin embargo, luego dio un gran salto.
El 2007 postuló al Curso de Extensión Universitaria (CEU) en Regulación de Servicios de Saneamiento y obtuvo el primer lugar, que le permitió ser practicante con posibilidad de ganar un contrato.Y así fue. Este joven profesional de 37 años destacó en la Gerencia de Políticas y Normas de la Sunass y hasta hoy brinda sus servicios a esta entidad del Estado.
“Siempre me preguntan ¿por qué la Sunass? Y respondo que para mí el agua es el servicio primordial para la vida y la salud. Siempre quise saber qué se puede hacer en el mercado del agua y cómo puedo contribuir”, señala.
Job afirma que una de sus grandes satisfacciones, en sus 11 años de labor en la Sunass, es saber que su trabajo contribuye cada día a mejorar la calidad y la sostenibilidad de un servicio público primordial, como es el agua.
Dice que su sueño es contribuir a llegar al 100% de cobertura de agua potable. Afirma que la gerencia, donde se desempeña como especialista en análisis regulatorio, trabaja para normar y generar el marco regulatorio de 50 Empresas Prestadoras de Servicios de Saneamiento (EPS) y más de 28,000 prestadores de ciudades pequeñas y zonas rurales del país.
“Estamos viajando mucho, pues no queremos normar desde el escritorio. Necesitamos conocer la realidad de la población”, manifiesta.
“Soy consciente de que el objetivo del servidor público tiene que ser el usuario. Nuestro trabajo, a diferencia del sector privado que busca más rentabilidad, es que nos preocupamos porque nuestra labor tenga un impacto positivo en el usuario. Es que estamos para servir al usuario”, sentencia.
Hoja de vida
Estudión en la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI) la carrera de ingeniería económica.
Tiene una Maestría en Regulación de Servicios Públicos y Gestión de Infraestructuras de la Universidad del Pacífico (Junio 2013– junio 2015)
Logró un Diploma en Gestión y Finanzas Pública en 2013 en la Universidad del Pacífico (23 de octubre de 2012–30 de junio de 2013).
(FIN) KAT/DOP