En el tramo de los distritos de El Agustino, Rímac y San Martin sucede lo mismo, pero en menor proporción. También se observa una disminución del arrojo de desmontes y residuos sólidos.
La ANA explica que la turbidez y sólidos en suspensión del río se debe a la ausencia de material flotante de origen antrópico (actividades productivas clandestinas sin operación) y la disminución de arrojo de basura.
Asimismo, una disminución de la extracción de material de acarreo, lo cual ha influenciado en el mejoramiento de la calidad del agua por su capacidad de autodepuración de marea natural.
De acuerdo a las últimas evaluaciones en el 2019, el Rímac es el río con mayor cantidad de parámetros que incumplen los estándares de calidad ambiental (ECA) por la presencia de coliformes termotolerantes y ciertos metales y metaloides.
En ese sentido, para su potabilización demandan una mayor cantidad de insumos químicos para entregar un producto de calidad y llegar a los hogares.
Flor de María Huamaní Alfaro, especialista de la ANA, agrega que se debe tener en cuenta que la temporada de lluvias está pasando y eso también contribuye a bajar la turbidez del agua y como consecuencia esta mejora su color.
Dijo que el estado de emergencia ha permitido observar el impacto al que se ven sometidos los recursos hídricos y sus bienes asociados (ríos, faja marginal, canales de riego, entre otros) por la acción del hombre.
“Por ello es importante que tomemos conciencia y consideremos que el agua de nuestros ríos y canales de regadío son para consumo humano y agrícola, por lo que no deben ser zonas de arrojo de basura o desmonte” sostuvo.
Dato
El río Rímac abastece de más del 80 % de agua a la ciudad de Lima. Se origina en la cordillera de los Andes a una altitud de 5,500 msnm, en el nevado Paca y la laguna Ticticocha (4,700 msnm), aproximadamente a 132 kilómetros al noreste de la ciudad de Lima.
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